Con sus 649.999 votos, un total de un 15.95 % en Cataluña, donde obtiene sus 8 diputados, conseguirá doblegar al gobierno del PSOE que sólo en Cataluña obtuvo un 39.50 % de los votos y que a nivel nacional obtuvo 10.909.687. No es culpa suya, es tan grande el ansia de poder del PSOE que para poder mantenerse en el gobierno no dudará en comprar, carísimo, el apoyo de Carod.

 

Con su irresponsabilidad y su nula visión de Estado, conseguirá que, allá donde se encuentre, los españoles y desde luego los catalanes, sean el hazmerreír de sus huéspedes.

 

Con sus acuerdos en el tripartito gobernante en la Generalitat, conseguirá aislar a los catalanes del resto de los españoles, condenándoles a la visión chata y localista que defiende el nacionalismo excluyente de su formación política. Y conseguirá que el presidente Maragall, más aficionado aún alpoder que sus conmilitones de Madrid, le ría todas las gracias con tal de no perder su sillón.

Imponiendo la exclusión lingüística, conseguirá que Cataluña deje de ser un lugar donde radicar empresas y donde invertir, puesto que cada vez menos directivos empresariales quieren trasladar su residencia a un lugar donde sus hijos serán educados exclusivamente para conocer lo catalán y vivir en Cataluña. Conseguirá sin duda empobrecer a nuestros hermanos catalanes.

 

Conseguirá que Cataluña deje de ser un destino anhelado por muchos estudiantes hispanoamericanos, que elegirán cualquier otro lugar para obtener una formación en castellano, puesto que, aunque eso le disguste, el castellano es la tercera lengua más extendida por el mundo y el catalán no. Conseguirá que la Cataluña cosmopolita sea solo un recuerdo del pasado.

 

Sin embargo, no conseguirá que la mayoría de los catalanes deje de sentirse lo que son: españoles.

 

No conseguirá que el resto de los españoles no nos sintamos como en casa en un lugar, Cataluña, que es exactamente eso: nuestra casa.

 

No conseguirá que dejemos de considerar a nuestros hermanos catalanes como uno de los pueblos españoles que más tienen que aportar a la humanidad, por sus peculiares modos de actuar, por su gran capacidad de trabajo y por su tradicional saber estar, dentro y fuera de las fronteras españolas.

 

No conseguirá, que el odio se convierta en la pauta en las relaciones entre los españoles, porque aunque consiga, gracias a la dejación de otros que Cataluña obtenga un trato diferenciado que pueda desestabilizar el precario equilibrio interterritorial de España, siempre habrá una mayoría de catalanes que con mucho más que sus 649.999 votos pondrá las cosas en su sitio y reconocerá que Cataluña es y debe seguir siendo una parte insustituible de España.

 

Talio