Atrapado en el tiempo es una excelente película del director Harold Ramis protagonizada por Bill Murray. El argumento gira en torno a la permanente repetición de una misma jornada, el "Día de la Marmota, en la vida del protagonista.
Uno tiene en estos días cierta sensación de déja vu al contemplar en las portadas de, casi todos, los periódicos unas escenas de caza en las que los cazadores principales son un ministro bastante impresentable y un juez de mediático estrellato.
Nos recuerdan a aquellas escenas de caza que constituían el marco en el que transcurrían dos magníficas películas españolas, dramática una y mordaz comedia la otra. Me estoy refiriendo a La Caza, de Carlos Saura, y a La escopeta nacional, de Berlanga.
En ambas películas las élites económicas y políticas del franquismo se relacionaban, negociaban e intentaban trepar en el escalafón social a través de unas reuniones cinegéticas en las que se cerraban negocios y se tomaban decisiones de toda índole.
Parece formar parte de un guión de Azcona esa alcaldesa del PSOE que asfalta un camino para que en los días posteriores el señor ministro y el "superjuez puedan cazar más cómodos. Lo grave es que es realidad y no ficción.
Y gravísimo es que en esas cacerías de las portadas puede haberse tratado el hostigamiento judicial a partidos políticos en precampaña electoral, vulnerándose en esos tratos la independencia de dos poderes del Estado.
No deberían ocultar tampoco esas imágenes la existencia de graves casos de corrupción en el principal partido de la oposición.
Lo preocupante es que después de más de 30 años este país y los usos y costumbres de sus élites, franquistas entonces y pretendidos demócratas ahora, hayan cambiado tan poco y que a nosotros, los de siempre, nos sigan dando tan poco edificante espectáculo.
Lutecio