En esta campaña ha quedado muy claro que somos muy diferentes.
Porque a nosotros no nos parece un asunto baladí que un presidente del gobierno les mienta a los ciudadanos, diciendo que se han cortado los contactos con los terroristas tras el atentado en Barajas mientras siguen existiendo tales contactos.
Porque nosotros no tomamos como normal que quién va o quién no va en una lista electoral deba decidirlo unilateralmente el presidente de su partido, sino que creemos en la democracia de verdad.
Porque defendemos la austeridad y no nos parece correcto que con el erario público se costeen con claro despilfarro reformas suntuosas en los pisos para los ministros.
Porque creemos que hay que diferenciar entre las funciones institucionales -al servicio de todos- y las actuaciones de partido y no justificaremos nunca que un político, aprovechando que es alcalde, utilice un vehículo de la Policía Local para dar un pequeño mitin.
Porque a nosotros nos parece perfecto que cualquier persona que trabaje legalmente y que cotice en España pueda hacerse una mamografía en la sanidad pública, sea cual sea su nacionalidad de origen, y nos parece irresponsable que un partido político haga un permanente guiño los discursos lepenistas y xenófobos.
Porque nosotros no creemos que una campaña electoral consista en crear tensión y en dramatizar por intereses partidistas, sino en difundir y explicar propuestas a los ciudadanos.
Porque nosotros no creemos que un debate electoral consista en una sucesión de monólogos sobre el pasado, sino en un intercambio y confrontación de propuestas de futuro.
Porque nunca diríamos que los que piensan distinto que nosotros son una turba mentirosa y humillante, ni diríamos que la documentación electoral de otro partido la usaremos como papel higiénico, ni para denunciar una mala situación educativa llamaríamos analfabetos a todos los niños de una comunidad autónoma española, ni reduciríamos el debate político a llamar imbécil al adversario.
... Y todavía, después del espectáculo de estos días, hay quien dice que no votar a PP o a PSOE es tirar el voto. Nosotros pensamos que darle un cheque en blanco a quienes durante una campaña electoral -en la que inevitablemente se convierten en el centro de atención de la sociedad- tienen estos comportamientos faltos de ética, de estilo y de responsabilidad, eso sí es tirar el voto.
Decididamente, sí: merecemos más.
Selenio