El próximo día nueve de marzo en las mesas electorales de nuestro país podrán encontrarse papeletas con las que votar a los candidatos de Falange Auténtica.
Las personas que forman las listas de <fa> son gente como tú. Gente que ha sentido la necesidad de participar en política y responsabilizarse con el futuro de sus conciudadanos y compatriotas.
Dedican a la actividad política un tiempo que roban de sus otras ocupaciones estudiantiles, familiares, o laborales. Lo hacen con alegría y sin esperar a cambio, ni sueldos, ni coches oficiales. Lo hacen porque saben que poco podrán reclamar de esta sociedad si no están dispuestos a darle nada. Porque saben que la libertad debe conquistarse ejerciéndola de manera responsable y demostrando saber implicarse no solo en los problemas individuales de cada cual, sino también en los problemas colectivos de los demás, con el mismo interés que si fueran problemas propios. Porque son realmente sus problemas. Por es cierto que no valen la pena las sociedades en las que no sean todos sus miembros con su participación y decisión los que propicien los cambios y el progreso.
Los candidatos de <fa> quieren denunciar además, que a pesar de haberse presentado muchas diferentes listas electorales que reflejan muchas diferentes sensibilidades, será poca la variedad de representantes que finalmente lleguen al Parlamento. Las leyes electorales, la financiación estatal de los grandes partidos y el inmenso poder de estos, excluyen casi totalmente la posibilidad de que nadie no integrado en esas máquinas de ejercer el poder que son PP y PSOE y algún que otro grupo nacionalista, se pueda sentar en alguna de las cámaras de representantes de nuestro país.
El bipartidismo interesado. La legislación que impide al elector votar a las personas que forman las listas electorales y solo les permite votar a las listas enteras y cerradas, decididas por las ejecutivas de los partidos. La crispación a la que interesadamente nos han llevado los dos grandes partidos para poder decir que representan diferentes concepciones políticas. Aunque en el fondo no son sino diferentes imágenes de un mismo modelo económico y sociopolítico. Un modelo que mantiene a las personas adormecidas por el individualismo, abotargadas por el materialismo y desmovilizadas por un ritmo frenético de consumismo inducido de manera irremediable por la publicidad.
Estos son elementos que juegan un papel destacado en estas elecciones y que nos inducen a cierto pesimismo, pero al tiempo nos empujan con mayor ímpetu a querer participar en este proceso para exigir, más democracia, mejor distribución de la riqueza y más patriotismo solidario. Queremos romper la tendencia a que nos han atado los que ahora gobiernan y los que ahora son oposición.
Ellos no cambiarán el rumbo de España hacia un horizonte de mayor libertad, participación y responsabilización política de las personas. De más democracia económica en la que trabajadores y sindicatos sean participes de las decisiones del estado en materia económica. Ni harán que todo gire en torno a las personas y a sus necesidades y no a las cifras económicas de una economía anónima y transnacional. Insistirán en un modelo económico que es capaz de poner los precios de los productos básicos como alimentación y vivienda por las nubes, para enriquecimiento de sus mentores, que después vuelven a pedir otra vez más que sea el sacrificio del pueblo y su capacidad de apretarse el cinturón quienes saquen otra vez la economía a flote.
Estamos ahí. Para presentar nuestra opción al pueblo del que somos parte y que como pueblo, nos sentimos olvidados por los grandes políticos de profesión. Desde la modestia, y también desde el orgullo. Porque sabemos que mereces más, que merecemos más y que de todos, de nosotros también, depende que algún día tengamos lo que merecemos: más democracia, mejor distribución de la riqueza y más patriotismo solidario.
Junta Política Nacional de Falange Auténtica