Ante el ultimátum presentado por PNV, EA e IU al Gobierno de la Nación hace pocos días, Falange Auténtica, desea mostrar su rechazo a este tipo de amenazas que esconden la intención de desestabilizar las instituciones para seguir avanzando en el camino de la independencia. Además quiere llamar la atención sobre el verdadero significado que algunas transferencias tienen para la vida cotidiana de los españoles.
Queremos oponer nuestra voz, muy particularmente a una de las transferencias demandas. Nos referimos concretamente a la trasferencia de las funciones encomendas al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)
La transferencia de estas funciones al Gobierno Vasco, significa en definitiva la quiebra de la solidaridad interterritorial y la rotura de un marco de igualdad y justicia nacional, que aún mantiene la Seguridad Social y que debido al Estado de las Autonomías retrocede diariamente.
Concretamente, la transferencia de las competencias del INSS, significaría la rotura del sistema de caja única que actualmente rige las prestaciones de la Seguridad Social. A través del INSS se reconocen y pagan prestaciones tales como la invalidez en cualquiera de sus grados, las pensiones de jubilación, las bajas laborales o las prestaciones por maternidad. En caso de producirse la transferencia, las cotizaciones habidas en el País Vasco servirían para cubrir solamente las contingencias propias del País Vasco, mientras que actualmente, cualquier cotización efectuada en cualquier lugar del territorio español sirve para dotar de fondos el pago de cualquier prestación solicitada en cualquier lugar de España. Un sistema imperfecto que aún así, es manifiestamente más justo que abandonar a los habitantes de las zonas más deprimidas de España a la cobertura menor que supondría basar sus prestaciones sólo en lo recaudado en su Comunidad Autónoma. Algo manifiestamente injusto, mientras sigan existiendo profundas diferencias de desarrollo entre las regiones españolas.
La raíz de la oposición de Falange Auténtica a la arquitectura del actual estado de las Autonomías reside precisamente en nuestra creencia en la bondad del patriotismo, entendido como reflejo de la voluntad de los pueblos y las gentes de España por caminar unidos, compartiendo objetivos y responsabilizándose de la suerte de todos los españoles y no sólo de los que residen en la misma región. El Estado de las Autonomías, lejos de reconocer un legítimo autogobierno de las personas en las cosas que más de cerca les afectan, lo que hace es crear zonas de primera y de segunda en España, rompiendo de esa manera cualquier posibilidad de crear una conciencia de unidad entre los pueblos y las personas de España.
La unidad empieza en la igualdad de oportunidades y en la cohesión social que propicia la igualdad de derechos. El camino para la desunión, comienza precisamente cuando cada grupo de población se siente diferente y con diferentes derechos que sus vecinos, lo cual además de ser una grave injusticia, beneficia, mucho más de lo que podamos creer, los sentimientos nacionalistas y de disgregación en el conjunto del pueblo español.