Hay alivio en la Derecha, esa que se avergüenza de asumir ese nombre y lo edulcora con lo de “Centro”, por el aumento de escaños del PP en los comicios repetidos de ayer. Parece que de lo único que se trataba, era evitar a toda costa el acceso de PODEMOS al gobierno de España en compañía del PSOE.
Estimamos que el crecimiento de una opción de extrema izquierda en nuestro País, que tampoco es solución a nada porque crearía nuevos problemas que se sumarían a los que ya ha generado el PP, no se debe a una moda o un cambio repentino en las preferencias electorales de los españoles. Son muchas las injusticias generadas por este sistema y mucho el sufrimiento de amplias capas de la población que, como suele suceder, se convierten en los paganos de las crisis que otros, los de siempre, han generado.
Tasas de paro insostenibles, empleos de baja calidad que impiden concretar proyectos de vida y familia, degradación del trabajo hasta convertirlo en mera mano de obra barata, corrupción política en conjunción con actitudes empresariales mafiosas, abusos bancarios sobre clientes indefensos, nepotismo, falta de ejemplaridad en los que deberían ser servidores públicos…
No, el problema no es PODEMOS, al menos el único problema. El ascenso morado es el síntoma de un descontento generalizado que no creemos que se vaya a desvanecer porque el PP haya logrado salvar los trastos a última hora, para poder formar gobierno en minoría que le permita permanecer en La Moncloa durante la próxima legislatura.
España necesita un cambio de rumbo, no unos parches que apuntalen el actual orden de cosas. Si bien la alternativa neocomunista no es presentable ni arreglaría nada porque sus fórmulas, por mucho que las quieran difuminar, son de sobra conocidas y probadamente fracasadas, tampoco es deseable que se cambien algunas cosas, y varias caras, para que todo siga igual.
Estamos convencidos que España necesita un proyecto ilusionante, justo y patriota, en el que se defienda la justicia social y económica, la Unidad nacional porque los trabajadores tenemos, y necesitamos, a la Patria y también la moralidad pública y laboral, para que las personas seamos respetadas en nuestra integridad y no seamos tratadas como mercancías, objetos de compra y venta.
En Falange Auténtica vamos a seguir trabajando por levantar un discurso ilusionante, comprometido con la libertad y la democracia, defensor de nuestra soberanía e independencia y amigable con todas las naciones de Europa y pueblos del mundo, que nos respeten y valoren.
Porque consideramos que alegrarse por el triunfo del mal menor, del más de lo mismo, es una prueba de la indecencia de quienes se estremecen por su cobardía o se benefician de la actual situación.
Nosotros somos audaces y por tanto seguiremos buscando ese camino que, aunque duro, siempre pasa por las estrellas. Y para ello convocamos, y nos ponemos a disposición, de quienes nos quieran acompañar.
Junta Política Nacional de Falange Auténtica