Falange Auténtica hace público su rechazo al proceso secesionista promovido por la Generalitat y el Parlamento de Cataluña, por su irresponsable perjuicio del futuro de los catalanes y por su carácter marcadamente antidemocrático.
En opinión de Falange Auténtica, los catalanes no superarán el proceso secesionista si no es a costa de un notable e indeseable retroceso en su actual nivel de vida y de desarrollo.
- Un Estado catalán independiente sólo es viable a ojos de la estulticia. Sus ciudadanos habrán de enfrentar, en solitario y con una notable disminución de recursos, tanto los retos de la crisis devastadora que atravesamos como los que sobrevengan por su aislamiento.
- El sentido común dicta que un Estado cumplirá mejor sus funciones cuanto mayores sean los recursos de que dispone. La balcanización supuso el gran experimento de partición del Estado unitario de la antigua Yugoslavia en microestados independientes para el contentamiento de unas minorías étnicas, lingüísticas o religiosas. Como consecuencia, sobrevino la inevitable fragmentación de las fuerzas y de los recursos disponibles para afrontar las dificultades. Al final, la población se vio obligada a asumir las brutales consecuencias de su veleidad nacionalista.
- La independencia de los nacionalistas y el bienestar del ciudadano común son realidades contradictorias. Por el momento, los gobiernos proindependentistas han quebrado financieramente a Cataluña, emitiendo deuda en cantidades demasiado elevadas para poder ser refinanciada. Han sido precisas grandes dosis de ingeniería social para instilar en la mentalidad catalana, culta y formada por lo demás, la confianza en una independencia gestionada por políticos tan incapaces como los soberanistas de CiU y ERC.
Para Falange Auténtica, el independentismo catalán encarna –además- una mentalidad antidemocrática, que pretende la imposición de un proyecto minoritario al conjunto de los españoles.
- El fundamento de la democracia en España es la Constitución que los catalanes votaron, masivamente y en sentido afirmativo, en el referéndum de ratificación del 6 de diciembre de 1978. En Cataluña se obtuvo un apoyo superior al 90%, por encima de la media nacional. De hecho, fue el cuarto territorio por número de sufragios positivos. Su porcentaje de abstención se situó casi un punto por debajo respecto a esa misma media.
- Esa Constitución, votada y aprobada muy generosamente en Cataluña, hace recaer la soberanía en el conjunto del pueblo español, cuya voluntad es el único fundamento constitucional para adoptar decisiones trascendentales para el futuro del Estado. Por tal motivo, puede apreciarse la condición antidemocrática de toda la estrategia nacionalista, que no pretende derivar más que al simple fraude de Ley.
Como consecuencia de este análisis, Falange Auténtica demanda:
- La aplicación del Artículo 155, punto 1, de la Constitución vigente. En todos sus términos, incluyendo la previsión de obligar a las Comunidades Autónomas a cumplir la ley con todos los medios al alcance del Estado de Derecho.
- La supresión definitiva de la potestad de las Comunidades Autónomas en materia legislativa. El Senado, como cámara de representación territorial, es una institución constitucional perfectamente habilitada para ejercer esa función.
- El encausamiento de los líderes nacionalistas, por si sus actos o declaraciones públicas resultasen constitutivos de delito.
- El aprovechamiento de la oportunidad histórica para revisar los efectos reales que la transferencia de poder ha causado sobre la ciudadanía de Cataluña; y para someter a inspección las instituciones surgidas al amparo de esa cesión, bajo los criterios de eficacia, control y transparencia en el gasto público.
Como reflexión final, Falange Auténtica hace un llamamiento a la juventud catalana.
Cuando alza la voz y los puños contra España, yerra dramáticamente su objetivo. Son su libertad, su dignidad y su prosperidad quienes están siendo atacadas, no su identidad cultural. Su ira y frustración hallarían un destino más racional si se dirigieran contra el Sistema que lo condena a sufrir indignidad, tiranía y pobreza.
Las bravatas antiespañolas no suponen sino un doloso dispendio de energía: la añorada independencia no conllevará otro efecto que blasonar la decadencia, sistémica y globalizada, con una bandera estelada. Postrado a los pies del Sistema, el gobierno independiente no será más efectivo que el gobierno autonómico, ni lo será más que el actual gobierno central, en la resolución de los auténticos problemas que nos acucian.
El capitalismo es responsable de la sumisión de las personas en la pobreza, la angustia, la desesperación y la falta de horizontes. Así como la democracia formal es la responsable de la desmovilización de las masas, víctimas del capitalismo, al sancionar la prevalencia de la economía sobre la política; desactivar la posibilidad de una alternativa no homologada por el Sistema; e instaurar la dictadura de las oligarquías económicas y administrativas bajo una falsa sensación de libertad.
Por tales motivos, Falange Auténtica convoca a los catalanes, como al resto de los españoles, a la refundación de la Patria española y a la conquista de un tiempo nuevo donde imperen la dignidad humana, la justicia social y la libertad personal a todos los niveles.