Muchas veces las situaciones se desquician y se tiñen de rasgos esquizoides hasta que, en los últimos instantes, parece que se recupera el sentido común y todo vuelve a una aparente normalidad.
No en España, o al menos no últimamente.
Unos situándose fuera de la Ley, manipulando la historia y minando el camino de la convivencia y con ello la posibilidad de un proyecto común y cerrando las puertas a un futuro mejor.
Otros, intentando imponer la dialéctica de la violencia fisica, verbal o mediática. Nosotros nos negamos a pensar que no hay mas caminos, esperamos que solo sean trastornos temporales; deseamos una España mejor, alegre y faldicorta, como alguien soñó, en pos de la justicia social y la unión de todos en una gran tarea colectiva: nuestro futuro, limpio y honesto.