Las mareas son imparables. Esperamos que la marea ciudadana que este fin de semana recorrerá España entera sea un paso más hacia el cambio imprescindible que necesita nuestra patria.
Sin un nuevo modelo de democracia sin un nuevo contrato social en el que políticos y banqueros dejen de aprovecharse del pueblo y empiecen a ser simples servidores, como nunca debieron dejar de ser, no habrá un futuro del que podamos sentirnos orgullosos.
Saldrán a la calle los españoles y quienes residiendo en nuestro territorio saben que comparten nuestra suerte y en gran medida nuestras demandas. Saldrán muchos y representaran a muchos más aún. Y está bien que así sea.
Y nosotros, falangistas, que consecuentes con nuestras aspiraciones políticas, no podemos sino apoyar estas movilizaciones, sin necesidad de reconocimiento y sin necesidad de aceptación por parte de nadie, estaremos donde debemos estar, con nuestro pueblo, en la calle.
A pesar de haber comunicado nuestra adhesión a los convocantes, ni nuestra organización Falange Auténtica, ni la plataforma de la que formamos parte junto a muchos otros españoles, Defensa Social aparecen como adheridos. Los prejuicios de algún comisario político no le van a quitar validez a la protesta del pueblo y tampoco va a convertirnos a nosotros en nada diferente de lo que somos.
No tenemos necesidad de reclamar un puesto en la vanguardia de la lucha contra el orden mundial injusto, o a favor de la democracia real, por encima de banca y partidos políticos. Ese puesto ya lo ocupamos desde hace tiempo y en esa trinchera, que ahora está llena de nuestros compatriotas, nos sentimos a gusto y nos sentimos reconocidos, por muchos que prefieren no manifestar su reconocimiento, para no ser también arrastrados por el rechazo de la izquierda radical.
Que sean otros los que excluyan, que sean otros los que rechacen. Nosotros nos vamos a dejar llevar por la marea, porque la marea es imparable y de igual manera que se tiene que llevar a los que ahora pisotean al pueblo, se llevará mañana a los que quieran imponer un nuevo pensamiento único basado en viejas ideas totalitarias que han fracasado en el mundo entero. Esperad y lo veremos.
Nos vemos en las calles.