Áñigo Barruelo
¡Bono for president! Este va a ser el grito más escuchado de aquí a la próxima primavera, ya verán, excepto en dos medios de comunicación concretos, seguro. Bono se ha convertido en el candidato oficioso "socialista de la noche a la mañana. Parece ser el único sociata que tiene clara una idea de España, es el único con mesura, es el único capaz de enmendarle la plana a los nacionalistas, es el único dialogante, es el único candidato capaz (ya veremos) de acabar con el circo en el que se ha convertido el PSOE, es, es... ¡Bono! Pero ¿dónde diablos ha estado metido este hombre todo este tiempo atrás sin que nadie supiera de él, excepto castellanos y manchegos? Pues estaba, y sigue todavía después de 20 años, presidiendo una comunidad autónoma llamada Castilla – La Mancha, para los amigos "cajtillalamancha. ¡¡20 años!! ¿Apego al sillón? Noooo, que va. No es eso. Es que después de tanto tiempo se ha creado una especie de simbiosis y una de dos, o "cajtillalamancha sucumbiría sin Bono, que seguramente ocurra, o Bono sucumbiría sin "cajtillalamancha, que también puede ocurrir.
No olvidemos que este señor de moda que muchos postulan para presidente de la Nación por el PSOE (o lo que quede de él) ha sido incapaz, después de 20 años, de sacar a Castilla – La Mancha del furgón de cola en el que se encontraba y se encuentra. Ni siquiera ha podido hacer de su comunidad una del montón, dentro de la media. De acuerdo en que es un tipo con una idea clara de España, que se siente español sin complejos (cosa poco o nada habitual por desgracia), que llama al pan, pan, y al vino, vino, y que no traga con imposiciones de los nacionalistas, al igual que Paco Vázquez o Nicolás Redondo (h). Pero repito que los datos cantan, y esos datos no dejan muy bien parados que digamos a los señores, Bono el primero, que llevan o han llevado las riendas de la administración autonómica desde su creación allá por 1983. No obstante el pueblo siempre tan sabio, ha mutado el nombre de Junta de Comunidades por el de Junta de Calamidades, por algo será, y sin embargo Bono sale victorioso elección tras elección. Y es que no será por despliegue propagandístico institucional para "vendernos la moto de lo bien que va Castilla – La Mancha con Bono. Desde revistas a base de papel cuché del caro a radio y televisión autonómicas pasando por prensa escrita más o menos manejable. Y si hay que crear de la noche a la mañana un periódico unos meses antes de unas elecciones autonómicas para que vuelva a desaparecer un tiempo prudencial después de las mismas, pues se crea y no pasa nada. Así cualquiera gana 4 elecciones seguidas. Pero esa propaganda institucional nada dice de los pueblos de la díscola provincia de Guadalajara, gobernados por Bono, a los que no llega el teléfono, de las carreteras tercermundistas que todavía hay en muchos de ellos (la carretera de Molina a La Yunta, la de Sigüenza a Imón, o la de Ujados a Miedes por poner tres ejemplos), de los constantes cortes de luz, de los eternos problemas de abastecimiento de agua, etc, etc, etc.
De momento es solo una apuesta casi exclusivamente mediática, pero si este señor de verdad está seguro de querer (y poder) regir los destinos de la Patria, si las urnas así lo deciden, ya puede pensárselo más de tres veces, atarse los machos y rodearse de un buen equipo. Que gobernar España no tiene nada que ver, ni por el forro, con gobernar una taifa sin apenas importancia, como es Castilla – La Mancha, a base de palabrería, gestos de cara a la galería y poco más. ¡Ojo con Bono!