Covid: irresponsables y miserables bien remunerados

Por Mendelevio.

En la gestión de la pandemia no ha dimitido nadie, ni nadie va a ir a la cárcel. 80.000 muertos adicionales que hubo en 2020 porque no se tomaron medidas, aun sabiendo la gravedad del COVID desde febrero, sin que nadie haya asumido la responsabilidad^[1]. Ese mentiroso compulsivo que tenemos por presidente declaró en el congreso en marzo de 2020 “Con lo que sabemos hoy, el mundo no hubiera actuado de la misma manera”^[2], pero tenía información para haber actuado de otra manera, y no lo hizo por interés político y partidista. No lo decimos nosotros, lo dijo Yolanda Díaz en diciembre de 2021:

"Me acuerdo bien que Pablo (Iglesias) era vicepresidente y lo llamé desolada por lo que estaba pasando. Yo el 15 de febrero como la pandemia azotaba fuertemente a Italia convoqué a mi equipo porque tenía la convicción de que España es Italia y necesitábamos desplegar un montón de medidas porque veíamos lo que iba a pasar. Tanto fue así que el 4 de marzo presenté una guía enormemente polémica en el Gobierno, y también fuera se me acusó de alarmista. Esto fue en la antesala del 8M"^[3].
Yolanda Díaz,diciembre de 2021

Recordemos que en 2020, ese mercenario al servicio de los intereses políticos del Gobierno, Fernando Simón, decía aquello de ‘España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado’^[4] y ‘Si el 8-M tuvo algún efecto en la pandemia, este fue muy marginal’^[5]. ¿Por qué no está en la cárcel Fernando Simón y todo el Consejo de Ministros?

Estimación defunciones semanales

La desescalada fue una vendetta política contra la Comunidad de Madrid^[6] por estar sus ciudadanos hastiados de Pedro Sánchez y el PSOE, hecha por un comité de expertos inexistente^[7]. Básicamente fue decisión de ese licenciado en filosofía, nacionalista catalán y adjudicador de contratos de millones de euros a empresas sin domicilio conocido^[8], que puso Sánchez de Ministro de Sanidad, Salvador Illa, con su chico de los recados, Fernando Simón. Tampoco estos escándalos han provocado ninguna dimisión.

La gestión de las vacunas, negligente y chapucera, puso en riesgo la vida de 2.000.000 de trabajadores esenciales, al dar bandazos en sus criterios de aplicación (de recomendarla a los menores de 60 a todo lo contrario^[9]). Ese es el respeto que merecen al Gobierno policías, bomberos y profesores. Pero la incompetencia, cuando no el cálculo político llega hasta la gestión de la 6 ola, pasando el plazo de la dosis de refuerzo de la vacuna de 4 semanas a cinco meses, pero claro esto se dice ya cuando está remitiendo la sexta ola.^[10] Claramente ya por esto, tampoco va a dimitir alguien.

Defunciones año 2020