¿Es este el modelo social que queremos?
Llevamos unos años de “crisis económica”. Hasta entonces, fuimos muy pocos los detractores de este Sistema que adolece de Justicia e Igualdad entre todos los Españoles. La crisis, ha hecho que los escándalos de corrupción se sucedan, salpicados entre todos los partidos que han gobernado, tanto en el Estado como en las comunidades autónomas, como un auténtico efecto dominó, tú te chivas, yo también. Hoy podemos comprobar que el germen de insolidaridad y falta de sentido común y criterio equitativo estaba latente.
En poco tiempo hemos descubierto que ni la Justicia es igual para todos, los partidos cambian jueces según su zona de influencia, juez Alaya, juez Castro; los responsables del hundimiento del sistema bancario siguen la mayoría en la calle, luego no existe la separación de poderes, mandamiento vital para el desarrollo ecuánime de una democracia que se precie. Hacienda no somos todos, mientras los ciudadanos se quedan sin hogar por un impago de la hipoteca o reciben embargos a diario por no pagar una multa de tráfico, vemos como de forma "legal" los capitales de los ricos y los políticos, vuelan hacia paraísos fiscales. La trágica crisis de refugiados que estamos viviendo en Europa ha dejado claro el doble rasero y la hipocresía que se gastan los del Parlamento Europeo. Incapaces de buscar las causas profundas que han provocado esta situación sin precedentes, cortan por lo sano, con un trueque de personas a cambio de dinero. Y ahora resulta que la panacea de la democracia, del sistema liberal, cae más hondo, la igualdad de oportunidades es una patraña, si no se cuida la educación y se protege a las familias más desestructuradas.
Un informe de FOESSA asegura que las condiciones de vida de padres e hijos son determinantes para que la igualdad de oportunidades sea algo más que palabras bonitas. El nivel de estudios, la situación laboral, la ocupación y la renta marcan el éxito o el fracaso de dicho barómetro. Y también en este estamos fracasando.
Cristina