Como siempre, y cada vez con más motivos, los trabajadores tendremos mayores conquistas en las que pensar, porque en 30 años nos han arrebatado mucho del terreno conquistado en forma de Derechos. En las más de 100 reformas laborales, han ido arrebatándonos poco a poco Derechos que vertebraban la solidez social y económica sobre la que se construyen las familias. Bajo Gobiernos de Derechas y bajo Gobiernos de Izquierdas, y con estos últimos se han perpetrado las más duras reformas laborales, exceptuando esta última de Rajoy que los ha superado a todos.
En la lucha frente al capitalismo, las conquistas de derechos se torna en semi-inutil, porque lo conquistado hoy, es papel mojado mañana, por eso algunos seguimos afirmando que la forma más efectiva de reivindicar derechos es hacer posible la desaparición de la ajeneidad en el trabajo, estableciendo las bases culturales, educativas, y financieras que hagan posible el acceso de los trabajadores a la propiedad de las empresas. La victoria final contra el perversión capitalista, no es la reivindicación sino el hacer innecesaria la lucha de clases, porque en la empresa no exista diferencia entre trabajadores y propietarios, porque la propiedad ha de ser de quienes aportan el trabajo.
Estas palabras no son el regalo al oído, que suele hacerse en estos días por ese populismo de izquierdas y derechas que nos invade, sino que exigen de cada uno, un esfuerzo para entender el trabajo en equipo. Un sacrificio en la ampliación y asunción de responsabilidad, a cambio de ganar para si, y para todos, la libertad, de que la persona no esté sometida por el interés comodón, egoísta, e inhumano del que aspirar a vivir del esfuerzo ajeno, a costa del sudor e inteligencias de otros y cada vez más sin mover un dedo (Capitalismo financiero y especulador).
Juan Fco. González Tejada