MANIFIESTO DE FALANGE AUTÉNTICA ANTE LAS ELECCIONES GENERALES 2008

La oferta política para estas elecciones generales estaría incompleta sin la presencia de las candidaturas de Falange Auténtica para el Congreso y el Senado.

 

Nuestra organización acude a la cita, conocedora de sus limitaciones y también consciente del clima político en que se desarrollan estas elecciones y de la influencia que dicho clima tendrá en los resultados que podamos obtener. Crispación, tensión, dramatización son términos que se barajan como consecuencia no sólo de la campaña electoral, que siempre lleva a los políticos profesionales a la sobreactuación, sino de una dinámica de enfrentamiento exagerado e irreflexivo entre los grandes partidos políticos, que en estos últimos años han llegado a niveles de distanciamiento que podría ser definido sin demasiada exageración como la recuperación del odio entre las dos Españas. Ahora sin motivo, sólo por el afán de los políticos de diferenciarse en algo.

 

El bipartidismo se ha consolidado y da muestras de estar en vías de expulsar de las instituciones a todos aquellos grupos políticos que no sean PSOE o PP, con la única excepción de los partidos nacionalistas, fuertemente implantados en sus respectivas circunscripciones. Esto es consecuencia del actual sistema electoral y de financiación de los partidos, que han propiciado dicho bipartidismo. A pesar de ser muy amplio y diverso el catálogo de partidos políticos que participan en las elecciones, solamente los dos grandes partidos políticos cuentan con los medios de difusión necesarios para consolidar su presencia en las instituciones.

 

Fruto de esa presencia, el actual modelo de financiación de los partidos políticos permite que, con el dinero de todos los contribuyentes, los grandes partidos se sitúen en una posición tan desmesuradamente favorecida que es totalmente imposible para cualquier otra organización política acceder al nivel de los macropartidos. Por ello, toda alternativa será condenada de antemano al ostracismo, no tanto por falta de libertad formal de opinión, sino simplemente por total incapacidad para competir con los medios extraordinariamente grandes que tienen los grandes partidos, gracias, reiteramos, a los impuestos que pagamos todos los contribuyentes.

 

En las actuales circunstancias, el bipartidismo se ha convertido, además, en un sistema de alternancia en el que los dos participantes se diferencian tan solo en los atributos más externos de la pose y el discurso mediático. En profundidad, ambos grandes partidos asumen y abrazan conformes el mismo modelo de sociedad, el mismo modelo económico y plantean para el futuro idénticos retos. O tal vez fuera más certero decir que plantean para el discurso dominante y lo políticamente correcto. Una realidad a la que no están en modo alguno dispuestos a enfrentarse y que sitúa al capitalismo como único sistema económico fuerte en el mundo y al modelo de imperialismo, falsamente democrático, de los países poderosos de Occidente, como árbitro de las relaciones entre naciones. El culto a la seguridad y el miedo al terrorismo, tan humanamente justificables, se han convertido en la disculpa y la justificación para todos los atropellos que, en nombre de la democracia, quieran llevar a cabo los países que superen el análisis de corrección política que ha impuesto la globalización. El que no se ajusta al modelo está fuera de la foto y se arriesga, entre otras cosas, a la visita correctora de los ejércitos USA y a las sanciones y bloqueos de la "comunidad internacional dirigida desde los despachos de los grandes consorcios empresariales trasnacionales y anónimos.

 

En este panorama, planteamientos políticos como el de Falange Auténtica aparentan estar fuera de lugar, cuando en realidad son casi imprescindibles.

Nuestro grupo político sigue firme en sus aspiraciones de conseguir superar el capitalismo. Nuestra meta es llegar a un sistema económico basado en el sindicalismo y que garantice al pueblo trabajador, el mayoritario por cierto, el acceso a la propiedad de los medios de producción, la participación justa en el reparto de la riqueza generada por nuestras sociedades hipereficientes, y la democratización de la toma de decisiones en materias económicas y sociales. Un planteamiento y un objetivo que genera rechazo sólo porque perjudica a los intereses de grandes financieros, de grandes empresas y de grandes bancos, porque, a pesar de la primera impresión que pudiera derivarse, sus planteamientos son netamente compatibles con la propiedad privada, sino, lo que es más interesante, con la incentivación de la iniciativa personal, del afán de superación y del logro del éxito que, al estar más desarrollados en unas personas que en otras, supone, al fin y al cabo, que no todos podamos ser absolutamente iguales como por ley quisieron imponer algunos sistemas muy ajenos a la naturaleza humana y cuyo fracaso ya es conocido.

 

La igualdad residirá, sin embargo, en el catálogo de oportunidades y en los derechos de cada persona a ser apoyada y amparada por el gobierno y por las instituciones del Estado, de acuerdo con sus circunstancias y en atención al objetivo inexcusable de garantizar una vida digna a cada uno de los ciudadanos de nuestra patria sin excepción alguna.

 

En nuestro ideario, proclive a la democracia participativa sin detrimento de la representativa, se basan propuestas que defienden la superación del déficit democrático que supone el actual monopolio de los partidos políticos. La limitación drástica de las ocasiones en que se nos pide opinión por algo y la cesión incondicional de nuestra soberanía a organizaciones cuyo éxito depende de la financiación del Estado y no de su capacidad para generar ideas o propuestas para un futuro mejor, nos hace mostrarnos muy críticos con el actual marco de representación política en España.

 

Entre las muchas mejoras posibles que podrían introducirse en la participación responsable del pueblo en la toma de decisiones, nos son especialmente queridas aquellas que basan su efectividad en el principio de unidad. Si la existencia de los partidos políticos está basada en su oposición y, en ocasiones, virulenta enemistad hacia los demás partidos políticos, nosotros empezamos por entrar en política declarando que todo lo que de positivo se plantee por cualquier político o particular será defendido inmediatamente por Falange Auténtica, provenga la iniciativa de donde provenga, de la misma manera que ante cualquier injusticia, FA se opondrá frontalmente, sin tener en cuenta acuerdos o alianzas previas o futuras.

 

Sólo podemos entender la política como ejercicio responsable de un derecho del ser humano que tiene, además, mucho de deber cívico. Sólo podemos lanzarnos a esta actividad desde un planteamiento patriótico, es decir, desde la firme creencia en que las personas, individuos que han asumido su rol social y que reconocen que su destino es vivir en sociedad con sus semejantes, deben reconocer que su destino no es sólo individual, sino sobre todo colectivo, y que el destino de todos se ha de conformar como un sugestivo proyecto de vida en común sin exclusiones y sin insolidaridad.

 

Contemplamos este proyecto desde el compromiso sincero con nuestros tiempos y con la realidad de nuestro país. La llegada de tantas personas a la busca de un futuro mejor, puede llegar a crear grandes conflictos si no garantizamos la correcta integración social de los recién llegados y también su inclusión dentro de la corriente patriótica. En ocasiones, estas personas recién llegadas están en condiciones de abrazar dicho patriotismo, dicho proyecto de futuro, tal vez con mayor rapidez que los propios españoles, demasiado acostumbrados al individualismo que ha dominado nuestras relaciones político-sociales en los últimos lustros.

 

Te pedimos el voto para nuestras candidaturas, porque consideramos que son candidaturas formadas por gente como tú. Personas conscientes de la necesidad de participar en política de manera responsable, pero para las que el ansia de poder no es su principal incentivo, ni el ejercicio del poder es, en sí mismo, el mayor de los objetivos para participar. Antes queremos que sean conocidos y aceptados los principios que defendemos, y asumidos por muchos políticos que puedan ponerlos en práctica y por las personas de nuestro entorno que tienen la obligación de tomar decisiones, que ver a nuestros candidatos en las instituciones públicas sin haber logrado que sean más las personas que aspiren a mayores cotas de democracia, a una mejor distribución de la riqueza y a la implantación del patriotismo solidario como modelo de convivencia. Si aún no has decidido cuál es tu voto, ten en cuenta que depositarlo para una candidatura de Falange Auténtica es una manera muy restrictiva de ejercer tu derecho a decidir. Lo sabemos. De hecho, es una manera de utilizar tu único voto para delegar en nosotros tu capacidad legal de participar en política. Pero ten en cuenta que tal vez sea ese voto el único que precisamente pueda servir para que eso cambie y sea cada vez más cierto que tú no sólo eliges sino que, además, decides.

 

Gracias por tu atención.

Junta Política Nacional de Falange Auténtica