El pasado sábado 24 de marzo se reanudó en la sede madrileña de Falange Auténtica el ciclo de tertulias Rincón Auténtico. El invitado: Enrique de Aguinaga.

 

Desbordando el aforo, un auditorio intergeneracional asistió a una disertación que llevaba por título Autenticidad y Enajenación.

 

El título creaba curiosidad; el ponente, expectativas. La amenidad y el rigor intelectual del maestro de periodistas procuraron con creces la satisfacción de ambas.

Comenzó Aguinaga con el relato de unos orígenes familiares que le sitúan como el hijo de un matrimonio integrado por una madre católica y tradicional y un padre republicano y ateo. Sus hermanos Álvaro y Vicente lucharon en bandos enfrentados en la guerra civil y ambos dieron la vida en ella por la España en la que creían. Hoy sus restos reposan juntos bajo la lápida de la familia Aguinaga. Quién pues mejor que Enrique de Aguinaga para abordar la síntesis de lo español que representa el pensamiento joseantoniano.

 

El ponente nos aproximó a la significación de lo auténtico, término etimológicamente emparentado con el de autoridad y, en un sentido coloquial, sinónimo de honradez, de fidelidad. La autenticidad constituye también el término que define al que se enfrenta a la imitación. Definió la enajenación como uno de los rasgos de la existencia humana, consistente en hacerse uno con los otros.

 

A partir de ambos conceptos y de una serie de "fichas sobre términos como minoría, falangismo, inteligencia o milagro, en una intervención repleta de datos históricos e interesantes anécdotas, nos acercó a la simbiosis que ambos conceptos alcanzan en la vida y en la obra de José Antonio. Cerró su intervención con unos emocionantes versos de César Vallejo.

 

Una vez abierto el turno de debate, los asistentes realizaron múltiples preguntas a D. Enrique, concluyendo el acto con la satisfacción de todos reflejada en una cálida ovación al conferenciante.