Palabras de Antonio Pérez Bencomo. Acto público de FA en Alicante el 3 de diciembre de 2016
Buenas tardes,
Me han dicho que sea breve para dar cuanto antes paso a nuestro invitado que, nada más y nada menos, va a hablarnos de José Antonio… y seguro que es mucho más interesante que lo que les voy a contar yo.
Ya que le nombro, aprovecho para reivindicar, en nombre de Falange Auténtica, el legado ideológico y el ejemplo ético de José Antonio, así como quiero proclamar nuestra fidelidad hacia él.
Voy a tratar de explicar los fundamentos sobre los que se basa nuestro programa político. Porque, pese a que no se nos dan apenas oportunidades para hacerlo a través de los cauces mediáticos habituales, no quisiera desaprovechar esta oportunidad para que, quienes nos escuchan por primera vez, se hagan una idea de lo que somos por lo que decimos y no por lo que otros dicen de nosotros.
Había pensado basar mi intervención en denunciar lo que no nos gusta… pero hay tanto que decir sobre eso, que podría quedarme hasta la media noche aquí. Por eso me apetece, junto a la protesta, esbozar algunas de nuestras propuestas...
Uno delos pilares sobre los que se basa nuestra alternativa política, es la defensa de la dignidad humana.
Para nosotros, todas las personas, por el mero hecho de serlo tienen unos derechos que consideramos inalienables y, por eso, estamos en contra de cualquier tipo de discriminación.
Desde FALANGE AUTÉNTICA reivindicamos aquellas políticas sociales que faciliten el acceso de los españoles a:
- UN EMPLEO DIGNO
- UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA Y DE CALIDAD
- UNA VIVIENDA
- UNA SANIDAD PÚBLICA Y UNIVERSAL
En nuestro programa político, fomentamos la protección de la familia, la infancia y todas aquellas políticas activas tendentes a evitar y reprimir la cosificación de la mujer a través de la TV basura, la publicidad y la industria cinematográfica.
Vivimos tiempos en los que a demasiados… y demasiadas, se les llena la boca hablando de feminismo e igualdad de la mujer, y para tales fines se dedican ingentes cantidades de dinero, mientras van en aumento las faltas de respeto y la consideración de las mujeres como objetos de consumo en cada vez más ámbitos.
En coherencia con lo que acabo de decir, hemos de buscar un modelo económico que nos permita construir una sociedad más justa, amable y un país más habitable.
Para ello, defendemos un modelo de economía productiva, que es la que crea riqueza, capaz de ser redistribuida frente al paradigma vigente de economía especulativa, que no aporta nada a la sociedad. Sino a unos pocos con capacidad de jugar con el bienestar general en beneficio propio.
Nos preocupa el paro y también la precariedad laboral, en la que se basa el gobierno del partido popular para maquillar las cifras del desempleo en nuestro país.
Ambos fenómenos, están evitando que millones de compatriotas puedan desarrollar sus proyectos de vida y construir un futuro. Por haber puesto en peligro, lo han hecho hasta con las pensiones… y vamos a ver que hacen para garantizar su disfrute por parte de aquellos que, con su trabajo y esfuerzo, han contribuido a levantar este país.
Por eso, creemos que el modelo económico imperante y el marco laboral vigente, no hacen sino perpetuar la sumisión de los trabajadores al capital, amparado éste por unas políticas de estado tendentes a la precarización de la fuerza de trabajo, y a la pérdida de los niveles de vida y la capacidad de respuesta de los trabajadores, frente a las políticas agresivas que sufren.
Hoy, un trabajador es un número más, una herramienta en el proceso productivo, lo que ha propiciado hasta la denuncia de un prestigioso empresario español del sector turístico, que en un gesto que le honra, ha destacado el desajuste entre el crecimiento de lo que ahora se llama “la primera industria nacional”, y la precariedad de los trabajadores de la misma, a los que las políticas neoliberales del gobierno de Rajoy han dejado a los pies de los caballos…
Esta realidad laboral, que desgraciadamente se ha impuesto en España, nos reafirma en nuestra firme creencia en el papel del sindicalismo en la defensa de unas condiciones laborales justas y orientadoras de la economía. Y es que nosotros, por convicción, somos sindicalistas. Por ello denunciamos el papel asumido por los sindicatos mayoritarios, que han preferido acomodarse al sistema y formar parte de los privilegiados del mismo, poniendo la mano para recibir las subvenciones con las que mantienen a sus nomenclaturas, cada vez más alejadas del sufrimiento de unos trabajadores que reciben en sus carnes los efectos de la globalización y del capitalismo salvaje.
Pero no nos confundamos. Nosotros no aprovechamos el desprestigio de ciertas actitudes poco edificantes de algunos sindicatos para, a través de una crítica destructiva, tratar de acabar con esta herramienta decisiva a la hora de organizar y defender a los trabajadores, frente a los atropellos que sufren.
Eso se lo dejamos a la oligarquía neoliberal, que se frota las manos ante esa posibilidad. Sólo decirles que nos van a tener en frente, porque nuestra lucha está orientada hacia un nuevo sindicalismo: honesto, más fuerte y combativo.
Somos un partido de trabajadores para los trabajadores. Y por eso defendemos un modelo en el que el estado no pueda mirar para otro lado a la hora de legislar en defensa de los más débiles, de los que se han quedado fuera de este sistema en el que pocos se están llevando mucho, mientras cada vez hay más que se están quedando sin nada.
Buscamos, por tanto, un modelo de economía social como vía de superación del capitalismo salvaje que arruina a las naciones y aliena a las personas.
Ya está bien que socialicen las pérdidas y se privaticen los beneficios, como hemos podido ver con lo que ocurrió con las antiguas cajas de ahorro españolas, arruinadas por la casta política, empresarial y sindical, y rescatadas por el estado con el esfuerzo del pueblo trabajador.
Queremos que las entidades rescatadas sean la base de un sistema financiero público, gestionado de forma profesional y ejemplo de buenas prácticas, que dé cobertura a las iniciativas de economía social y a las aspiraciones de los trabajadores para construir un patrimonio, fruto de su trabajo.
Pero para hacer economía, para crear riqueza, España necesita también de sus empresarios, de los emprendedores que con su constancia y sacrificio, se arriesgan y contribuyen al fortalecimiento de la economía nacional.
Por eso defendemos que hay que dejar de masacrarlos con un sistema impositivo confiscador y protegerlos con políticas que impulsen el consumo de productos nacionales, y no nos temblaría la mano para cerrar el acceso a nuestro mercado nacional a aquellos productos procedentes de países que compiten de manera desleal y en desigualdad de condiciones con los productos de España.
Nosotros elaboraríamos “leyes patriotas” para frenar la deslocalización. Los que se van a producir fuera de España, buscando mano de obra barata, muchas veces en condiciones que rayan en la esclavitud, y sumiendo a comarcas otrora próspera en infiernos sociales, que sepan que si quieren traer sus nuevos productos a España, se encontrarían con unas barreras arancelarias que nos les harían rentable la fuga…
La defensa de la producción nacional, la reindustrialización de España y la promoción del sector primario que nos proporciona alimentos seguros y de calidad, todo ello dentro de un marco laboral justo, serán los ejes sobre los que los falangistas haremos girar nuestras políticas económicas.
Y todo asentado en modelos de desarrollo sostenible, que hagan compatibles el progreso con el respeto a la naturaleza que nos aporta sus recursos.
Habrá quienes digan que jugamos de farol al defender estas políticas. Que una cosa es hablar sin responsabilidades de gobierno y otra actuar, una vez se está dentro.
Incluso están los que, con desdén, siempre nos han tachado de utópicos e idealistas (como si tener ideales, y ser coherentes con ellos, fuese malo), que nos permitimos decir lo que pensamos porque sabemos que nunca vamos a tener la oportunidad de llevarlo a la práctica.
¡TODOS SE EQUIVOCAN!
No vengo a aquí a “vender” soluciones mágicas porque sabemos lo difícil que es todo… pero nuestro modelo no sólo es viable, sino que cada vez es más necesario. Nuestra gente no va a permanecer siempre narcotizada por el pan y circo que les ofrece el sistema a través de unos medios de comunicación mentirosos, cuyos mensajes son el reflejo de las órdenes que reciben de sus amos oligarcas, que son los principales beneficiarios de la actual situación.
El divorcio que se avecina entre la España real y la oficial, entre la opinión pública de millones de españoles cuya calidad de vida se deteriora más y más, y la opinión publicada por los medios mentirosos al servicio de la corrupción, hará que tengamos nuestra oportunidad…
Y cuando esta llegue dispondremos de los recursos que España posee, para implementar otro sistema basado en la justicia social y en la igualdad de oportunidades.
Esos recursos, que salen del trabajo y el esfuerzo del pueblo español y que están siendo robados por la casta política y la oligarquía especulativa, nosotros los vamos a rescatar para aplicar políticas justas que beneficien sobre todo a los que se han quedado fuera del sistema. Y lo haremos aplicando recortes:
- Eliminando cargos públicos innecesarios.
- Ajustando los sueldos de los políticos a la realidad económica de la nación. Aquí se viene a servir y se ha de cobrar lo que españa les pueda pagar.
- Terminando con los privilegios de la casta, que los disfruta a costa del esfuerzo, y la ruina del pueblo trabajador, así como con el entramado de empresas públicas paralelas a la administración, que son controladas por los partidos políticos para colocar a sus enchufados.
- Suprimiendo administraciones y organismos innecesarios, como las comunidades autónomas, auténticos focos de corrupción y gasto desmedido, que han consagrado la desigualdad de los españoles en función del lugar donde residimos.
Existen medios y hay recursos. Si hubiera voluntad política, entre todos podemos conseguir una España mejor, más justa y más democrática.
Lo que acabo de decir nos reafirma en que los trabajadores necesitan tener patria, necesitan pertenecer a una comunidad natural donde desarrollar su justas reivindicaciones y aspirar a una vida mejor.
Frente a lo que afirman los independentistas y la izquierda más rancia, que contradice su tradición histórica queriendo negar la existencia de la nación española, nosotros creemos que España no es ese “estado plurinacional” del que hablan…
Para nosotros, España es una nación plural. El resultado de un proceso histórico que fue uniendo a pueblos y que creemos que hemos de fortalecer.
Nuestro proyecto de patria es:
- ÉTICO. Porque consideramos que el estado, como organización jurídico-política de la nación, ha de estar integrado por auténticos servidores públicos. Por españoles que hemos decidido intervenir en la política con vocación de servicio.
- LIBRE. Porque nuestra aspiración es vivir en un país libre, de ciudadanos libres. Sin permitir que ningún poder ajeno condicione nuestra soberanía, que reside únicamente en el pueblo español.
- COMPROMETIDO CON LAS CAUSAS JUSTAS. Con la verdadera democracia, a la que consideramos la mejor forma de gobierno y comprometido también con la libertad de los españoles y de España.
Por eso defendemos la unidad de nuestra patria frente a cualquier desafío independentista, que no es más que el resultado del egoísmo de las oligarquías regionales corruptas, que se han repartido el poder con la casta que mal gobierna España, sembrando en sus ámbitos territoriales el odio contra el proyecto común.
- SOLIDARIO. Nuestro patriotismo lo es con las naciones de nuestro entorno. Con los países hispanoamericanos con los que compartimos valores y cultura, así como con los pueblos libres del mundo.
Con todos buscaremos espacios de colaboración, desde el respeto a la soberanía de cada cual.
En definitiva, es el nuestro un proyecto patriótico indisoluble de la defensa del pueblo trabajador. Porque estamos convencidos que los trabajadores, para luchar por sus derechos y acceder a la justicia social, necesitan una Patria.
Consideramos esencial la defensa de la identidad y soberanía de España.
La lucha por recobrar nuestra soberanía perdida, tanto por cesiones a organismos multilaterales, como troceada entre las 17 comunidades autónomas que nos chupan la sangre, nos llevará a conseguir mejores herramientas para trabajar por el bien común:
SOBERANÍA ECONÓMICA. Para defendernos de poderes externos y evitar que fenómenos como la deslocalización de empresas conviertan a nuestro país en un infierno social.
SOBERANÍA POLÍTICA. Para ser dueños de nuestro destino.
SOBERANÍA ENERGÉTICA. Para que el funcionamiento de España no dependa exclusivamente del exterior.
SOBERANÍA MILITAR. Porque no queremos formar parte de ninguna plataforma imperialista de agresión, ni ser aliados de quienes ocupan y colonizan una parte de nuestro territorio nacional.
En definitiva, FALANGE AUTÉNTICA defiende un modelo para España, que se aparte de:
LA GLOBALIZACIÓN, como expresión de la fase más dura del capitalismo.
EL IMPERIALISMO, porque no queremos imposiciones hegemónicas a los pueblos del mundo.
Y DE LA COLONIZACIÓN ECONÓMICA Y CULTURAL, que provoca injusticia, hambre, miseria y alienación a los más débiles.
Estos son nuestras propuestas y nuestros principios. Quienes dijeron otra cosa sobre nosotros… mintieron
Habrá personas a las que quizás no les gusten… pero lo sentimos, no los vamos a cambiar. Los vamos a seguir defendiendo porque consideramos que son los más justos.
GRACIAS