Palabras de Carlos Cardesa. Acto público de FA en Alicante el 3 de diciembre de 2016
Buenas tardes a todas las personas que habéis decidido acompañarnos esta tarde de diciembre en el Día del Partido con este acto político y cultural de FA.
La asistencia a este tipo de acto os va a definir y os sitúa en una sociedad donde a todo y a todos nos suelen encasillar y estereotipar así que imagino que seremos todos unos “fachas” “fascistas” “nazis” o “nostálgicos reaccionarios” (aunque hoy en día si no te califican así ni existes).
Y con el ruido que hay y que generan los medios de presión en esta sociedad es casi imposible que nuestra voz les pueda llegar para decir que somos personas de nuestro tiempo, que tomamos el pulso de nuestro presente y miramos al futuro con ganas de participar y contribuir a la resolución de los problemas que se generan en nuestra convivencia diaria buscando siempre el bien común.
Cosa que aquellos que nos atacan con esos adjetivos ni lo quieren ni trabajan por ello, por eso un año más aquí nos presentamos para decirlo las veces que sean necesarias que la Persona es el centro y eje de nuestra visión política, su dignidad y respeto está por encima de todo, que la Patria es nuestro proyecto de vida en común y que queremos participar de la vida política como compromiso a ese proyecto de vida en común.
La verdad es que nos está tocando vivir estos tiempos de posmodernidad.
La posmodernidad presta atención de manera excesiva a las formas, no hay una ideología formal ni un acentuado compromiso social; el hombre posmoderno no se define por nada en particular, para él todo es relativo; descentralización de toda autoridad científica e intelectual, esa búsqueda de la diferencia entendida como realidades e identidades culturales; este reconocimiento de las diferencias nos genera una conciencia de que somos una entre muchas culturas, existe la pluralidad.
Ante este mundo plural caemos en el relativismo, si no hay una razón que unifica valores y conocimientos, todo será válido en nuestra manera de percibir la realidad lo cual nos generara un vació de ideales donde no existe un modelo humano donde fijarnos.
Este relativismo se opone al universalismo el cual tiene una escala de valores universales (honestidad, justicia, lealtad, respeto, solidaridad, hermandad) que no tendrían cabida en una sociedad plural.
Como consecuencia del relativismo, de la diferencia, de la pluralidad, de la comunicación en masa se produce un vacío de ideologías.
Esta sociedad posmoderna ha llegado para quedarse, nos gusten o no los principios que ella vehiculiza, así que todos aquellos valores generales que queramos reinstalar deberemos asumir que no son valores de facto, que se instalaran de manera espontánea, sino que deberemos instalarlos dentro de las interpretaciones actuales y con formatos que sean interesantes a las percepciones posmodernas.
Los pilares sólidos que apuntalaban la identidad de las personas-con un estado fuerte, una familia estable, trabajos de calidad e indefinidos, seguridad- se han venido abajo hasta convertir a las personas en barcos a la deriva.
En este mundo globalizado la sensación de inseguridad existencial está ahí, la desregulación progresiva de los mercados de trabajo y la flexibilización del empleo hace que se propague la fragilidad de las posiciones sociales y la inestabilidad de las identidades socialmente reconocidas y crece la precariedad…
La estigmatización de la persona por el propio sistema “que te encuentres en esa situación precaria es solo culpa tuya, el sistema te da todas las herramientas, el fracaso solo es tuyo, eres un incapaz”….esta inseguridad no es solo producto de los políticos ni de los medios de comunicación ansiosos de noticias alarmistas que también, sino que se está incorporando a nuestra condición existencial; esta precariedad va camino de convertirse en un material de fabricación de técnicas de gobierno.
Estos gobiernos no están interesados en calmar las inquietudes ciudadanas, más bien en cebar de ansiedad provocada por la incertidumbre del futuro y por la inseguridad…
Desplazan la preocupación ciudadana de problemas (empleos de calidad, fiabilidad y estabilidad de la posición social, coberturas social integral y universal) que los gobiernos son incapaces de manejar hacia otros problemas en los sí sea visible su compromiso y efectividad ejemplos de su gestión lucha contra terrorismo en Francia cerrando el país con un estado de emergencia (yhihadista, temas de seguridad). Miedo Social
Una sociedad del rendimiento, sociedad individual dominada por la cultura del individualismo, del “o nadas o te hundes”
donde la vida cotidiana se vuelve precaria, donde la persona vive en un estado de alerta constante y donde los gobiernos se desentienden de hacer que la vida sea vivible.
Condenados a buscar soluciones individuales a problemas generados por la sociedad, la persona es abandonado a su suerte…. en este mundo globalizado hemos caído en la indiferencia globalizada, nos hemos acostumbrado al sufrimiento de otras personas “no me afecta, no me concierne, no es asunto mío”
En la búsqueda de soluciones aparecen los Salvadores, esto hace que grandes mentiras produzcan grandes miedos y a su vez ansias de hombres o mujeres fuertes (redentores), en buscar a personas que convertir en MITOS.
Palabra MITO que suele referirse a hablar de dioses, héroes y de personajes que hacen cosas imposibles de hacer en la realidad o Historias imaginarias que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y le da más valor del que tiene en realidad… (EL CONCEPTO DE MITO TAMBIEN SE REFIERE A PERSONA EXCEPCIONAL CONVERTIDA EN MODELO O PROTOTIPO)
Esos hombres fuertes que, con su varita mágica y su populismo con cualidades redentoras con discursos de ira, de odio como solución- quien es gente, quien es casta-. Lo sentimental por encima de lo racional. Estamos viendo, viviendo y sufriendo que no es la solución.
¿Qué podemos hacer? ¿Mantener la cabeza por encima del agua y aguantar?
Que difícil resulta a veces formular soluciones y cuando se formulan sólo se proponen desde valores sin concreción o bien queremos descargar toda la responsabilidad de las soluciones en organismos, instituciones, gobiernos, en los mismos que son los causantes de esta crisis social…en ambos casos nada nos compromete.
No hay otra manera de salir de la crisis que mediante la solidaridad entre todos nosotros, cada uno de nosotros somos hombres y mujeres fuertes porque “nuestros” problemas no son solo nuestros.
El paro, la vivienda, la falta de expectativas son una de las muchas caras de los problemas que esta globalización y este sistema nos muestra.
Con la inquietud de “hacer algo” es necesario entonces formular propuestas concretas y realizables, así como crear espacios de disidencias donde podamos aprender para ser eficaces, compartir experiencias y fortalecernos personalmente y colectivamente.
Porque no solo vivimos el dominio de nuevos poderes que provocan nuevos problemas, sino que también este nuevo poder tiene la sorprendente capacidad de absorber, asimilar y neutralizar toda propuesta que cuestione el orden establecido (cambian el lenguaje, manipulan la información etc…).
Es pues necesaria la creatividad para articular nuevas maneras de hacer frente a los poderes que amenazan nuestra dignidad, nuevas formas de militancia para nuevas soluciones.
No podemos buscar soluciones de hace 80 años a problemas del 2016, podemos eso si buscar la inspiración, buscar esos valores de solidaridad respeto, humanidad, justicia…
Se han cambiado las relaciones del poder, antes era más jerárquico, más vertical, centros de poder definidos, se sabía quién mandaba y contra quien luchar, esto ya no es así, el poder es horizontal, difuso, opaco, centros de poder que se entremezclan y se relacionan en redes que se trasmiten la información de manera rápida, estructuras flexibles, ágiles y difusas.
Por lo tanto, debemos adaptarnos también a este nuevo enemigo y cambiar nuestra metodología.
Seguimos creyendo que FA sigue siendo una herramienta de transformación valida, aunque no es la única, que necesita de más manos para utilizar y para trabajar, nos falta musculo el Foco lo tenemos.
No solo debemos de protestar, no solo debemos de reivindicar, no solo debemos de señalar a los culpables de este desastre. Debemos de ser imaginativos, creativos, serios en nuestros planteamientos…y ofrecer soluciones.
Pensemos, digamos, cuestionemos todo, sin límites. Ellos van ganando y nosotros cada vez tenemos menos que perder y esa puede ser un arma poderosa.
Desde nuestro posicionamiento falangista la aspiración máxima es la de conseguir que la Justicia Social sea un bien universal desde un modelo de economía sindical, de cambiar las relaciones socioeconómicas (los paradigmas trabajo-trabajador están cambiando de manera muy rápida), que los trabajadores sean los propietarios de los medios de producción y a través de los sindicatos estén integrados en el Estado, sistemas de crédito diferentes al modelo de la banca privada, la economía al servicio de la persona, la democracia económica.
Conseguir una sociedad más justa, donde la Persona sea el centro del sistema, donde su dignidad y respeto este por encima de todo, por esa Patria como Proyecto de vida en común, así que desde esta tribuna os convoco a todos a Participar para intentar nuevos caminos, otra forma de hacer las cosas más justas, más democráticas, más sociales.
Inventemos para cambiar el mundo.
“El que no inventa, no vive” Ana María Matute