El periódico Nueva Alcarria de Guadalajara, en su edición de 31 de octubre, publica una carta abierta de Falange Auténtica sobre la política turística en Guadalajara. A continuación reproducimos el escrito:
Queremos felicitar a Carlos Sanz por su artículo "¿Qué turismo rural queremos? y que está en la línea de una de las ideas con las que Falange Auténtica concurrió a las anteriores elecciones autonómicas. Se denunciaba entonces la equivocada política turística llevada a cabo tanto desde la Diputación como desde Castilla-La Mancha, sobrada de propaganda de cara a los medios y falta de iniciativas de futuro. Se hacía hincapié precisamente en que la promoción por si sola no lleva a ningún sitio, que no todo consiste en sacar multitud de folletos o poner en marcha portales de internet y en presentarse en Fitur como si fuéramos una potencia turística. Además los planes LEADER o PRODER no hacen gran cosa pos sí solos, son solo una ayuda, un incentivo. Todos sabemos, y si no aquí queda dicho, que Guadalajara es con muchísima diferencia la provincia de la comunidad autónoma con más encanto, variedad y riqueza tanto natural como paisajística o histórica, pero pasa el tiempo y vemos como sigue sin llevarse a cabo una política turística seria y adecuada. Es cierto que cada año vienen más visitantes a la provincia, pero ¿qué es lo que se encuentran? Pues muy sencillo, información pésima en destino, cuando no desfasada y errónea en origen, cuatro chirimbolos con Don Quijote y Sancho Panza que descolocan bastante al personal y poco más. Bueno si, y servicios que dejan mucho que desear en demasiados casos. Es lo que suele pasar cuando detrás de la promoción no hay las infraestructuras necesarias ni los servicios adecuados.
La reciente implantación de nuestra formación política en tierras asturianas, constituye una oportunidad para muchas personas residentes en aquellas tierras de acercarse a un proyecto político fresco y de carácter alternativo, teñido de deseos de trabajar por conseguir un marco de justicia social y patriotismo abierto y solidario, en una de las regiones que más fue castigada por las reconversiones industriales y que más necesidad tiene de volver a sentirse parte de un proyecto nacional de progreso e incorporación a los nuevos tiempos que trae el siglo XXI.
