Los dos concejales de Falange Auténtica votaron al candidato de Izquierda Unida-Los Verdes, apostando por un relevo en la alcaldía tras 20 años.
Francisco Ortiz (Concejal portavoz del Grupo Municipal de FA):
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"Nuestro objetivo no ha sido el poder, ni los intereses, ni nuestro propio partido, sino el bien del pueblo de Ardales"
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"Creemos que los intereses de nuestros vecinos están por encima de las diferencias ideológicas y las personas están por encima de los partidos"
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"Lo que verdaderamente piden los ardaleños es un cambio de gobierno"
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"Hemos recibido muy diversas presiones, pero no han conseguido amedrentar nuestra libertad"
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"Falange Auténtica seguirá siendo la Falange social y democrática"
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"La razón fundamental de nuestra decisión han sido las extraordinarias coincidencias de nuestros respectivos programas electorales en los puntos más trascendentales para el futuro del municipio"
El sábado se despejó la incógnita: siguiendo la decisión democrática de la asamblea de afiliados y candidatos de Falange Auténtica en Ardales, los dos concejales electos de esta formación, Francisco Ortiz y Miguel Ángel Anaya, votaron al candidato de Izquierda Unida-Los Verdes, Juan Calderón, como nuevo alcalde de esta localidad malagueña.
A pesar de la negativa de los ediles de IU a suscribir documento alguno, nuestra organización ardaleña comprendió la extraordinaria presión a que han estado sometidos desde la provincial de su propio partido y valoró muy positivamente diversos factores a la hora de adoptar una decisión: los reconocimientos públicos que Juan Calderón ha hecho sobre el carácter democrático y social de FA; la extraordinaria coincidencia de ambos programas, con proyectos de futuro para el pueblo de Ardales, que suponen un compromiso asumido por el nuevo alcalde ante los vecinos; y el clamor popular a favor de un cambio de estilo y una nueva etapa, tras veinte años de gobierno de Salvador Pendón (PSOE).
Falange Auténtica no obtiene cargos ni prebendas de este acuerdo. Pero el voto de nuestros concejales, desinteresado y generoso, ha servido para lo que honradamente creíamos que reclamaban los propios votantes de la candidatura de FA y la mayoría de los vecinos: un cambio democrático en el municipio.
Han sido muchas las presiones que han sufrido tanto los concejales de FA como los de IULV-CA, pero finalmente ha prevalecido el interés de los vecinos de Ardales sobre los repartos y equilibrios de poder a nivel provincial.
Los acontecimientos se siguieron con enorme interés pero la jornada transcurrió sin incidentes.
Desde primeras horas de la mañana del sábado, algunos fieles al alcalde saliente, convenientemente convocados, se congregaron con pancartas a favor de la alcaldía del PSOE.
Una nutrida presencia de medios de comunicación -Sur, La Opinión, Málaga Hoy, El Mundo, Canal Sur, televisiones comarcales, etc- se dio cita también en la casa consistorial.
El Ayuntamiento estuvo abarrotado de vecinos que no quisieron perderse ni un detalle de este pleno constituyente donde se decidía el futuro político de Ardales para los próximos cuatro años, y ocuparon el salón, los laterales, el pasillo y las escaleras.
Tras el juramento o promesa de la Constitución por los integrantes de la nueva Corporación -5 del PSOE, 4 de IU-LV y 2 de FA-, se somete a votación la elección de alcalde. Juan Calderón (IU) obtiene 6 votos y Salvador Pendón (PSOE) 5. Al lograr Calderón mayoría absoluta, es proclamado alcalde y toma posesión de su cargo.
Los periodistas se percatan de que los seguidores de FA e IU no están enfadados -como algunos medios y el propio Pendón se encargaron de propalar- con este pacto supuestamente contranatura, sino todo lo contrario, que el electorado de ambas formaciones se muestra visiblemente satisfecho de este resultado.
Al imponerse las insignias de concejales a los nuevos ediles, el primero en recibirla es un concejal del PSOE. Como el ambiente está tenso, se produce silencio y, con la elegancia que le caracteriza, rompe el hielo Paco Ortiz, cabeza de lista de FA, aplaudiendo a este concejal, gesto secundado por el público y que se repetirá luego con el resto de electos. El portavoz de FA, como su compañero, demuestran en cada palabra, en cada gesto y en cada actuación su aportación a la concordia, siempre desde la fidelidad a sus principios y la coherencia política.
La primera intervención es precisamente la del portavoz de Falange Auténtica, quien manifiesta que "al no obtener mayoría absoluta ninguna formación política y recaer en nosotros la última palabra sobre quién había de ser el alcalde de Ardales, decidimos guiarnos por la prudenca, el diálogo y la opinión mayoritaria del pueblo. Nuestro objetivo, antes y después de las elecciones, no es ni el poder, ni los intereses, ni nuestro propio partido, sino el bien del pueblo de Ardales". Recuerda que "en las últimas semanas hemos atendido gran cantidad de opiniones, todas respetables, en cuanto a cuál habría de ser el sentido de nuestro voto. Y los dos concejales de Falange Auténtica, aunque teníamos libertad como representantes legítimos del pueblo para votar a quien quisiéramos, decidimos no tomar una postura individual, sino asumir la que aprobara democráticamente nuestra asamblea local". "Consideramos -prosiguió- que en un pueblo como Ardales, los intereses de nuestros vecinos están por encima de las diferencias ideológicas y que las personas están por encima de los partidos". A continuación, Ortiz tuvo un gesto que revela el talante, opuesto a todo sectarismo, que caracteriza a nuestra formación: "Valoramos en su justa medida y reconocemos la buena labor que Salvador Pendón ha realizado en sus veinte años de alcaldía y le felicitamos si finalmente revalida su cargo de Presidente de la Diputación" pero "consideramos que veinte años de gobierno de un solo partido y de una misma persona como alcalde son muchos, y que es positiva la pluralidad y que cambien las personas y las formas de gobernar". Aseguró que "hemos podido comprobar, a la vista de los resultados de estas elecciones y respetando la opinión de las personas que se han dirigido a nosotros, que lo que verdaderamente piden los ardaleños, y en concreto la inmensa mayoría de nuestros votantes, es un cambio de gobierno en nuestro pueblo". No olvidó el portavoz de FA las presiones y descalificaciones de estas semanas: "Contra esta representación legítima que de una parte del soberano pueblo de Ardales nuestro régimen democrático nos reconoce a Miguel Ángel y a mí, hemos recibido muy diversas presiones. Presiones que no han conseguido amedrentar nuestra libertad. El cabeza de lista del PSOE se apresuró a decir que nunca pactaría con Falange Auténtica. De esta forma, renunciaba a cualquier tipo de apoyo y expresamente a los dos votos de nuestra formación. Y luego manifestó que consideraba "inmoral" un pacto entre IU y FA (...). Le aseguro que ni Miguel Ángel ni yo somos inmorales. Y tampoco los 271 ardaleños que nos han votado y que merecen un poco más de respeto. Y se hagan o no manifestaciones socialistas para presionarnos, los dos concejales de Falange Auténtica no nos vamos a dejar amilanar por nadie. Al mismo tiempo, desde después de las elecciones, hemos tenido que aguantar la sarta de descalificaciones del coordinador provincial de IU, José Antonio Castro, que nos ha tachado de "despreciables", de "mixtura contranatura" (quizás él considere más "natural" el enfrentamiento entre dos Españas), de no importarnos Ardales sino hacer propaganda para nuestro partido, de no ser "demócratas", de ser "la extrema derecha" y decir que nuestros votos le merecen "repudio". Hay que perdonarlo porque no sabe de lo que habla. Y tenemos que declarar que sus constantes presiones contra la libre decisión de los concejales de Ardales en general, han sido uno de los principales acicates para que reclamemos el derecho a la libertad y, con ese derecho, votar para alcalde al candidato de IU. Como últimos elementos en este juego de las presiones, se han dejado ver por Ardales ciertos individuos ultraderechistas que, sin ser ardaleños, sin conocernos de nada y en base a su probada animadversión por Falange Auténtica, pretenden, ellos también, mediante insultos y amenazas, decirnos lo que debemos o no debemos hacer. No podrán conseguir nada, porque Falange Auténtica seguirá siendo la Falange social y democrática y ni a Miguel Ángel ni a mí nadie podrá pisotearnos la libertad". Paco Ortiz explicó también que "contrariamente a las tan supuestas diferencias ideológicas que se nos achacan por PSOE e IU, afirmamos que la Declaración de Principios de Falange Auténtica supone un canto sin paliativos a la democracia, a la libertad y a los derechos humanos. Esa nuestra Declaración inspiró un documento que propusimos a IU en pro de un reconocimiento mutuo de la democracia, la libertad, las personas y el espíritu de reconciliación nacional, y sin pedir a cambio ni cargos, ni cuota de poder, ni nada". Concluyó afirmando que "finalmente, en la noche de ayer, la asamblea local de Falange Auténtica, por unanimidad, decidió que votáramos para alcalde a Juan Calderón Ramos, entre otras por una razón principal: las extraordinarias coincidencias de nuestros respectivos programas electorales en los puntos más trascendentales para el futuro del municipio. Y, en definitiva, con nuestro pensamiento siempre puesto en el bien de nuestro pueblo de Ardales".
Las clarificadoras palabras del representante de FA fueron muy aplaudidas y jaleadas por buena parte del público presente y no sólo por los seguidores de nuestro grupo.
Frente al tono positivo y didáctico de esa exposición de Francisco Ortiz, el ya exalcalde Salvador Pendón protagonizó una lamentable intervención, repleta de descalificaciones y falsedades, en tono exaltado y evidenciando su mal perder.
El nuevo alcalde, Juan Calderón, en aras a no abrir una brecha de enfrentamiento, desistió de responder las duras palabras, repletas de violencia verbal, de su antecesor, y optó por una breve intervención institucional, también muy aplaudida.
Calderón propuso a todos los ediles posar para la tradicional foto de la nueva Corporación Municipal, invitación declinada abruptamente por el PSOE.
En medio de un ambiente bullicioso y alegre, en la plaza aguardaban centenares de ardaleños al nuevo alcalde, Juan Calderón, y al resto de concejales, recibidos calurosamente a su salida. No sólo seguidores de FA, sino familias del pueblo históricamente de izquiedas y numerosos vecinos felicitaron y abrazaron al portavoz de FA, elogiando su valentía.
Ante una tremenda expectación mediática, se produjeron las primeras declaraciones de Francisco Ortiz a los numerosos medios congregados, tras haber dado el voto de FA al candidato de IU.
La improvisada fiesta vecinal continuó varias horas, en un pueblo que respiraba la alegría de empezar una nueva etapa y de haber presenciado el triunfo del entendimiento entre proyectos y vecinos por encima del desencuentro artificial de siglas e intereses.