Este año se ha cumplido el XXV aniversario de las elecciones municipales de 1979. Falange Auténtica, en aquellos lugares en que cuenta con representación municipal, se ha unido a las celebraciones programadas e incluso ha intervenido activamente en su organización.
A la luz de nuestra Declaración de Principios, resulta obvio que el actual régimen local no responde al modelo que defiende un movimiento alternativo como éste, que postula la democracia participativa frente a la meramente representativa.
F.A. es decididamente partidaria de dar carta de naturaleza política al municipio, como entidad de convivencia básica, como administración más cercana al ciudadano, como pieza clave en cualquier proceso de transformación social.
En el actual sistema, el principio de la autonomía local, se ve luego, en la práctica, seriamente mediatizado por la dependencia financiera que los Ayuntamientos tienen de ese "nuevo centralismo que representan hoy las Comunidades Autónomas. Los ejecutivos regionales no transfieren a las Corporaciones Locales ni un solo céntimo incondicionado, todos son subvenciones finalistas, a menudo distribuidas más con criterios de partido que en atención a las necesidades reales.
La democracia municipal en nuestro país tiene, además, serias limitaciones, pues reproduce, a pequeña escala, el modelo general, esto es, una corrección de la proporcionalidad que desfigura la voluntad real de los votantes, listas cerradas y bloqueadas que se confeccionan desde las cúpulas de los partidos e inexistencia de cauces efectivos de participación ciudadana durante los cuatro años siguientes, una vez que se termina el gesto de depositar el voto. El ámbito municipal ofrece, como pocos, un terreno propicio para profundizar en la democracia, para implantar listas abiertas, para estrechar la vinculación elector-elegido, para potencia los cauces de democracia directa (referendos, Consejos Vecinales, Comisiones Mixtas, etc).
Pero todos estas aspiraciones, que definen la apuesta democrática de Falange Auténtica, no pueden hacernos desconocer algo evidente, que señaló el concejal de nuestro grupo en Ardales (Málaga), Francisco Ortiz, en el pleno conmemorativo celebrado el pasado 14 de mayo (del que puede verse una reseña en el boletín Pica), y en lo que también coincidió otro edil de nuestra formación, Carlos J. Galán, en su intervención en el acto público conmemorativo que tuvo lugar en El Hoyo de Pinares (Ávila) el 17 de octubre: con sus limitaciones señaladas, el actual modelo político es, no obstante, el primero en nuestra historia en el que todos los ciudadanos mayores de edad, hombres y mujeres, han podido elegir por sufragio universal íntegramente a sus Corporaciones Municipales. En otros períodos se han sucedido en España modelos de designación gubernativa de Ayuntamientos o, cuando menos, de alcaldes; ha habido también etapas de sufragio censitario o en las que el derecho a voto ha estado restringido por razones de condición o de sexo, puesto que incluso en la II República no llegó a votar la mujer en unas elecciones municipales.
Vista general del Pleno conmemorativo de Ardales
Los comicios de 1979 marcaron, pues, un indudable avance en el ámbito municipal. No nos conformamos con eso. Pero, un cuarto de siglo después, lo celebramos junto al resto de españoles con sincera satisfacción.