En el programa "Sin complejos", que dirige Luis del Pino en la cadena radiofónica esRadio, un representante de la formación política UPyD se ha referido a Falange Auténtica como partido que ha estado siempre en las convocatorias contra el terrorismo.
Agradecemos la honestidad y sinceridad del portavoz del partido magenta en esa tertulia, que le honra y nos hace justicia. FA repudia de manera firme al terrorismo porque nuestra ideología se basa en el respeto a la dignidad de las personas, y las acciones terroristas suponen una grave vulneración de la vida y la integridad de aquellas. Hemos mostrado nuestra repulsa contra ETA o los islamistas, repudiamos a quienes los apoyan, denunciamos la débil legislación penal española en esa materia o que desde los poderes públicos se negocie con asesinos. Incluso, últimamente nos hemos pronunciado contra una iniciativa para dedicar una calle en Santa Cruz de Tenerife al exterrorista independentista Antonio Cubillo, que afortunadamente no prosperó.
El apoyo a las víctimas del terrorismo no termina con el cese de los atentados ni con pretendidas leyes de punto final como las que intenta auspiciar el gobierno nacionalista vasco, en un indecente intento de equiparar a víctimas con verdugos. En España, los gobiernos habidos a partir de 1977 no han sido coherentes ni generosos con quienes han sufrido los zarpazos violentos del separatismo armado, que fueron demasiadas veces ninguneados y, mientras sufrían en silencio el horror recibido, veían como los sucesivos gobernantes de la democracia transigían con quienes disculpaban y, en cierta medida, legitimaban a los criminales, en aras de afianzar cuotas de poder basadas en ensoñaciones nacionales ficticias.
Falange Auténtica no cejará en su trabajo para que el terrorismo sea combatido de forma contundente con todos los mecanismos de los que dispone el Estado y que las víctimas, a quienes consideramos operadores políticos necesarios en esta materia, y su sufrimiento, tengan el reconocimiento que merecen por el enorme esfuerzo que han hecho y la lección de dignidad que nos han dado.