Hace unas semanas, la ministra de Educación, Pilar del Castillo, nos explicó algunas de las modificaciones que la nueva Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza nos traerá en un futuro no muy lejano. Y entre sus anuncios destacó el de hacer la asignatura de Religión obligatoria y evaluable tanto en Primaria y Secundaria como en Bachillerato así como su asignatura alternativa, lo que ha ocasionado gran polémica y debate social..
Desde Falange Autentica entendemos que la formación humana integral de la persona no quedaría suficientemente completa sin la necesaria formación en el hecho religioso, en el que irremisiblemente se basa nuestra genealogía cultural. Hace falta una cultura religiosa para entender el mundo actual, nuestra historia, arte, música, literatura y acontecimientos.
Pero, asimismo, desde las posiciones personalistas que defendemos y nuestra consideración de la conciencia libre como eje vertebrador de los derechos humanos y la democracia no podemos ser partidarios de que desde colegios e institutos públicos se adoctrine en determinados mitos, dogmas o credos, que aun mereciendo todo nuestro respeto, su enseñanza no corresponde, sino precisamente, al ámbito de las distintas iglesias y confesiones y no, bajo ningún concepto, a un Estado aconfesional como el que defendemos e incluso consagra nuestra constitución.
Por todo ello, y con el fin de asegurar no caer en discriminaciones de ningún credo o creencia y con la firme convicción de la necesidad de procurar una educación libre a todos los ciudadanos, Falange Autentica propondrá que se incluya en el Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza una asignatura cuyo contenido se base en el Hecho Religioso, obligatoria y evaluable, pero que no llegue hasta el adoctrinamiento y catequización del alumnado. Consideramos que esas funciones corresponden a las distintas iglesias que existen en España permitiendo de esta manera que cada ciudadano, en función de sus creencias, pueda elegir, garantizando el Estado en cada momento la libertad que corresponde a todos, de elegir su formación en las creencias más íntimas.