El gobierno liberal del Partido Popular aprobó el pasado 4 de Julio el anteproyecto de Ley de Arrendamientos Rústicos, una nueva normativa cuyos puntos básicos se centran en reducir el tiempo de arrendamiento de terrenos rústicos de 5 a 3 años y suprime el derecho de preferencia de compra de la tierra arrendada al arrendatario en caso de que el propietario quisiera venderla. El ministro de Agricultura Arias Cañete, que fue el encargado de negociar la reforma de la Política Agraria Común, ha justificado dicho anteproyecto debido a que "flexibilizará el régimen de los arrendamientos y favorecerá la movilidad de las tierras, aspecto decisivo para la modernización de la agricultura española, dado el elevado precio de la tierra en estos momentos.