El mismo día en que el Papa bendecía la nueva basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona, el gobierno de Zapatero ordenaba la prohibición de decir misa en la iglesia del Valle de los Caídos; bajo la mentira de que se hacía para evitar riesgos por unas obras que no se estaban realizando, la Delegación del Gobierno en Madrid dio orden a la Guardia civil de que impidiera el acceso a las personas que acudían al templo a oír misa. Como era de esperar, los católicos que allí aguardaban quedaron sorprendidos por esa prohibición que suponía el primer cierre de una iglesia en nuestro país desde el gobierno del Frente Popular, allá por años treinta del siglo pasado.
Desde Falange Auténtica, que tiene muy clara la separación entre la Iglesia y el Estado, rechazamos las mentiras del gobierno socialista para cerrar un templo emblemático de España, donde están enterrados caídos de ambos bandos en la pasada guerra civil, además de ser uno de los monumentos más extraordinarios de Europa, y que ahora se niega al culto católico, contraviniendo los acuerdos vigentes entre la Santa Sede y el Estado español.
Las excusas dadas son tan embusteras que por si solas se descalifican. Sin duda, todo forma parte del proceso que se ha planeado para cerrar definitivamente este histórico lugar en aras del sectarismo manifestado por este gobierno que está dejando en la ruina a nuestro País. Millones de personas visitaban el Valle de los Caídos, independientemente de sus connotaciones políticas. La magnificencia de su construcción y el culto cristiano que se ofrecía, atraían a fieles o no que acudían a disfrutar de la belleza del monumento. Para Falange Auténtica, esta acción sectaria sólo contribuye a la desolación de muchos ciudadanos y a elevar de forma gratuita la crispación política.
Al final, los monjes que cuidan el sitio se han visto forzados a decir misa a las puertas del mismo, a la intemperie, como en tiempos que ya creíamos superados.
Esperemos que en asuntos como este, anoel Gobierno se retracte, cosa improbable porque el sectarismo, la demagogia y la propaganda son las únicas bazas que le quedan por jugar ante los comicios que se avecinan, ya que su nefasta gestión ha arruinado, económica y moralmente, a nuestro País.