Por Mendelevio
Los liberales españoles se han dedicado los últimos doscientos años a malvender las riquezas naturales o las empresas creadas por regímenes no liberales. También se han dedicado a apuntalar empresas privadas ineficaces con el dinero de todos.
En el siglo XIX malvendieron las tierras de la iglesia, de la beneficencia y de los ayuntamientos a los ricos de siempre y a gentes vinculadas con el poder. El precio lo pagaron los ayuntamientos que se quedaron sin ingresos, los campesinos que vieron desaparecer las tierras comunales, los más desfavorecidos a los que hurtaron los hospitales y colegios de beneficencia y la nación en general con la pérdida de un gran patrimonio artístico y graves problemas de erosión. A cambio lo único que recibió la sociedad fue perpetuar el atraso en agricultura. Los terratenientes estaban más motivados a aumentar la producción comprando tierras en subastas amañadas que en introducir innovaciones o maquinaria. Se demostró la falacia de "la tragedia de los bienes comunales". La propiedad privada no hizo más eficiente la producción. Las tierras comunales estaban en explotación desde hacía casi mil años.
El siguiente expolio liberal se produjo tras la revolución de 1868. Se malvendió el subsuelo español a empresas extranjeras, por cuatro perras. El cobre de Rio Tinto benefició a los accionistas británicos, dejando migajas y contaminación en España.
Cuando estos liberales del XIX fomentaron la construcción del ferrocarril en España por parte de empresas privadas, el Estado las subvencionó y, a la vez, las permitió la importación libre de material ferroviario. El Estado garantizó, con dinero de todos, el negocio de las empresas franco-belgas que construyeron el ferrocarril.
En el siglo XX el Estado ha malbaratado las empresas públicas españolas, se las ha privatizado. En los años Felipe González desmanteló los altos hornos, las acerías, los astilleros.... Con el eufemismo de reconversión industrial se despidieron a miles de trabajadores, se cerraron industrias. Este ¿socialista? privatizó escandalosamente la expropiada RUMASA, a sus amigotes venezolanos. También puso las bases para la liquidación del INI. Aznar-Rato malvendieron la participación española en empresas como Iberia, Telefónica, Repsol.... Todo ello para hacer caja, maquillar las cuentas públicas y entrar en el euro como sea. Zapatero-Rajoy están desmantelando todos los servicios públicos. ¿Qué se ha conseguido con estas políticas?:
- Pérdida de ingresos públicos a perpetuidad, ya que se saldaron las empresas públicas rentables.
- Negocio para los amigotes del poder y jubilaciones de oro para los políticos como consejeros de las empresas privatizadas.
- Las empresas privatizadas, que han crecido han invertido fuera (como Repsol), han des localizado parte de su producción (Telefónica se la ha llevado a Sudamérica) o han sido fagocitadas por compañías extranjeras (Iberia).
- El Estado a tutelado los negocios en el extranjero de estas empresas privadas con dinero de todos. Zapatero condonó deuda a Bolivia, previsiblemente para beneficiar a las empresas españolas inversoras allí. Ahora que España está arruinada el amigo boliviano expropia dichas empresas.
- España, potencia turística, va a perder sus conexiones directas con América, en beneficio de los aeropuertos británicos y los aviones de British Airways. La Ministra de Trabajo se limita a hacer llamamientos a sindicatos y empresa a que negocien. Si el nefasto Rato no hubiera vendido la participación española en Iberia, no estaríamos así.
Otra vez los políticos liberales han dilapidado el patrimonio de los españoles para pagar a sus clientelas que viven a costa del Estado y beneficiar a sus amigotes. Además estamos volviendo a un Estado decimonónico, que exprime a sus ciudadanos a impuestos (sobre todo al consumo), sin darle prestaciones a cambio.
Lo peor es que lo poco que queda por vender se venderá, por los mismos motivos, a los mismos chorizos y con los mismos efectos. Zapatero intentó sin éxito privatizar la gallina de los huevos de oro (Loterías del Estado), Cospedal está estudiando enajenar los bosques públicos de Castilla la Mancha... Con el tiempo veremos cómo darán por una miseria los terrenos en desuso del Ministerio de Defensa, o incluso privatizaran las playas (ojo avizor con la reforma de la Ley de Costas del Ministro Cañete). Debemos estar preparados para defender el patrimonio de todos los españoles, los de ahora y los de dentro de 200 años.
El Monasterio de Piedra: Ejemplo de patrimonio nacional vendido en el siglo XIX por los liberales para hacer caja. Por su culpa el Estado deja de ingresar a perpetuidad una gran cantidad de dinero procedente de las entradas, así como de las tiendas y hostelería anexa.