Nuevamente Falange Auténtica ha acudido a manifestarse a favor de las victimas del terrorismo, y también para decir que estamos en contra de la negociación del PSOE con ETA.
Nuevamente hemos estado con nuestras pancartas, las banderas españolas y con toda nuestra ilusión. Defendíamos, queríamos, al igual que muchos manifestantes, que el Gobierno rectifique su política antiterrorista, no deshonre a las víctimas, y se comporte digna y sinceramente para con todos los españoles que creemos que la libertad y la integridad de la nación española son innegociables.
Porque también nos manifestamos para revindicar nuestra españolidad, la españolidad de todos los que vivimos en nuestra querida piel de toro. Estamos hartos de posturas vergonzantes para con España, del termino país, y de las constantes renuncias para con los nacionalismos que, curiosamente, sí pueden reivindicar lo suyo o lo que sea. Nosotros no somos nacionalistas españoles, lo hemos dicho por activa y por pasiva, pero seguimos sintiendo nuestra españolidad como proyecto y como quehacer diario, aceptando lo bueno y malo de su pasado; lo bueno para reivindicarlo y mejorarlo, lo malo para enterrarlo y, sobre todo, para aprender acerca de lo que no se debe hacer. Es un tópico, pero seguimos amando a España porque no nos gusta.
A los terroristas se les detiene y encarcela, pero con ellos no se negocia. Lo cual es bastante más de lo que ellos hacen con sus víctimas: les disparan cobardemente en la nuca, acaban con sus vidas y después huyen como ratas. Eso sí, luego cuando se les detiene quieren juicios justos, derechos y privilegios carcelarios. Pues de acuerdo, hay que dárselos, nosotros no somos como ellos, nosotros creemos en el Estado de Derecho. Pero ahí ha de terminar "su cuestión, han de cumplir las penas y no hay nada que negociar con ellos, ni con sus adláteres políticos, que son al fin y al cabo los mismos perros pero con distintos collares.
A eso fuimos y nada más que a eso. Que nadie se equivoque con nosotros. Un grupo de afiliados de FA allí estuvimos, nos manifestamos y volvimos a sentir que todavía creamos expectativas y que no dejamos a los demás indiferentes. Acudimos con nuestras siglas, sin avergonzarnos por ello. Bien alto dijimos que éramos de Falange Auténtica y bien alto y sin tapujos muchos se unieron a nosotros, ayudaron a llevar nuestra bandera y gritaron nuestros lemas. Estuvimos donde había que estar, atendiendo a la convocatoria de las víctimas.