¿Cuáles son las diferencias del nacional-sindicalismo con la ley de socialización de la República Social Italiana realizada por Bombacci? ¿y con el socialismo autogestionario yugoslavo?
- Preguntas enviadas por CM.
Nuestra opinión sobre el sistema yugoslavo ya ha sido expresada anteriormente en esta misma sección por lo que le remitimos cordialmente a informarse en el siguiente enlace: http://www.falange-autentica.es/categorias/fa-responde/2081-diferencias-y-similitudes-entre-el-nacional-sindicalismo-falangista-y-el-socialismo-autogestionario-yugoslavo-o-titoismo
Respecto a la Ley de Socialización de la RSI, desarrollada por el antiguo comunista Nicola Bombacci, nos parece puro corporativismo que retiene dos elementos previamente desechados por el Nacionalsindicalismo.
Uno es la garantía de la propiedad privada sobre los medios de producción, que nosotros entendemos como fuente y origen del problema del trabajo a la manera de la teoría marxista de la plusvalía.
El otro es la elección de una economía planificada donde el Estado se reserva la potestad para dirigir la actividad económica según sus intereses, un modelo que consideramos ficticio e ineficaz. En este sentido, el Nacionalsindicalismo coincide con los liberales al apostar por conceder la autonomía más amplia a dicha actividad y con los socialdemócratas al afirmar los márgenes de una legislación laboral plenamente garantista. Pero en absoluto con los fascistas (ni con los comunistas) al considerar el Estado. Éste es responsable de fijar los objetivos nacionales emanados del poder legislativo y podrá detraer una parte de la plusvalía del trabajo, vía impuestos, para dotarlos económicamente. Pero carece de mecanismos de intervención para la formación de esas plusvalías; es decir, para participar en la vida económica de las empresas fuera de los márgenes de la aludida legislación de los derechos de los trabajadores.
Finalmente, todo lo relacionado con las ideas económicas del fascismo presenta ante nosotros un aspecto sospechoso al haber dejado el fascismo transcurrir veinte años en el poder absoluto de Italia sin implementarlas.
