Hace poco leí que la Falange, en la actualidad, es un elemento innecesario. ¿Qué sentido tiene Falange en el siglo XXI? ¿Creen que tiene algún futuro?
- Pregunta enviada por J. A.
Pensamos que la Falange es un instrumento para llevar a término el nacional-sindicalismo que, a su vez, supone la filosofía política que la llena de sentido. Debe quedar de una vez establecido que en Falange Auténtica mantenemos una fe resuelta en el futuro del nacional-sindicalismo, considera por nosotros como el único medio para la resolución de buena parte de los problemas de España y para sacarla de su secular ostracismo histórico.
Ahora bien, esta fe en el nacional-sindicalismo no es extensiva a la Falange como instrumento. Ideada en la década de 1930 la Falange –tal como fue concebida y diseñada entonces- puede que ya no sea útil para la causa superior de la Revolución. Sin duda, es mucho lo que el llamado “espíritu falangista” puede aportar a nuestra sociedad actual. Pero pretender que las formas, estructuras, estrategias, ritos y plenitud de discursos de la Falange de José Antonio se mantienen plenamente vigentes en nuestros días nos parece un grave ejercicio de irresponsabilidad política hacia el nacional-sindicalismo. La mal denominada “ortodoxia falangista”, antes que como un instrumento revolucionario efectivo sirve como una auténtica rémora para el triunfo de nuestra Revolución.
Si bien los actuales militantes nacional-sindicalistas conservamos un fortísimo apego al nombre y la memoria falangista es seguro que los nacional-sindicalistas de las generaciones futuras se doten de una forma externa mucho más acorde con los tiempos y, sobre todo, con los principios democráticos que profesamos.