En la economía actual, mundial, ¿es viable el sistema económico que defiende el nacional-sindicalismo?
- Pregunta enviada por F. M. C.
Creemos que es viable por cuanto el modelo económico del nacionalsindicalismo descansa sobre el libre mercado y no sobre la economía planificada. En ese sentido resulta plenamente homologable con uno de los ejes críticos del sistema económico mundial. El nacionalsindicalismo cree sin reservas en la iniciativa privada, en la libre competencia y en eso tan de moda en la actualidad que se llama el “emprendimiento”. De hecho, sin esos componentes resultaría simplemente inviable.
Por otra parte, la Revolución nacionalsindicalista debe realizarse “de abajo a arriba”, es decir, debe partir de la base misma de la sociedad para ir ganando paulatinamente nuevos espacios de autogestión económica y política. Quiere esto significar que nuestra Revolución no procederá cerrando o prohibiendo la actividad de las empresas capitalistas, nacionales o extranjeras, sino ganándoles el pulso de la competitividad en su propio terreno, que es el libre mercado, al ofrecer productos dotados de un valor añadido: el de ser fabricados o elaborados conforme a criterios de respeto a la dignidad de los trabajadores y a la preservación del medio ambiente. En cierto sentido, buena parte del éxito de la Revolución va a depender de la sensibilidad de los consumidores; pero nada hay que temer ya que el creciente valor de la dignidad humana y de la conciencia ecológica juega claramente a nuestro favor.
Bajo estas premisas, los mercados internacionales no podrán alegar nada contra la “democrática y occidental” forma de producción del estado nacionalsindicalista. Otra cosa será la guerra sucia que, sin duda, las grandes corporaciones internacionales -con un poder incluso superior al de los gobiernos- puedan llegar a desencadenar. Por eso insistimos en que el modelo nacionalsindicalista debe empezar a asumir un carácter de alternativa global.