Como partido democrático y por lo tanto defensor de la dignidad de los humanos por encima de todo ¿tienen alguna postura sobre la prostitución? ¿abolición como en Suecia?
Pregunta enviada por J. C. S
Sin duda, la “abolición” de la prostitución resultaría una gran noticia para la Dignidad Humana. Si tal cosa fuera posible, claro está. Abolición significa: “suspensión o anulación de una ley o una costumbre mediante una disposición legal”. ¿Se puede anular la costumbre, tan nefanda como popular, de pagar por obtener sexo y cobrar por prestarlo? Ni siquiera las dictaduras más recalcitrantes han tenido éxito en tales prohibiciones. Suecia, por su parte, ha gastado miles de millones en intentar una manera no coercitiva y ha financiado (con excelentes programas económicos y sociales) el cambio de profesión de las prostitutas que deseaban dejar de serlo. Resultado: un 40% de ellas continúan vendiendo su cuerpo por propia voluntad a pesar del atractivo de la oferta. En caso, que ni por asomo, de que España contara proporcionalmente con los recursos financieros de Suecia, también el éxito de la medida resultaría muy parcial aquí. De modo que, en rigor, no puede hablarse de que se haya logrado (ni se vaya a lograr) una abolición, salvo que se encuentre un modelo para que a las “trabajadoras del amor” les resulte menos rentable ejercer su profesión en las calles que quedarse cómodamente en sus casas.
Hecha esta precisión, Falange Auténtica contemplaría con verdadera esperanza cualquier propuesta realista que llevara a la erradicación de esta lamentable práctica. (Nos parece un término mucho más correcto este de erradicación, que significa: “eliminación o supresión completa y definitiva de una cosa, especialmente de algo inmaterial que es negativo o perjudicial y afecta a muchas personas”. No obstante, tampoco atisbamos una salida definitiva que no pase por una regeneración radical de la naturaleza humana. Cosa que, naturalmente, estamos lejos de esperar. De modo que la postura de nuestro partido, aunque no está institucionalmente adoptada, consistiera en apostar por la inducción de medidas que: evitaran la prostitución involuntaria y la explotación de las personas; desanimaran el consumo de este tipo de servicios; regularan la actividad profesional para que pudiera ser ejercida en condiciones sanitarias y humanitarias absolutamente aceptables; concienciaran a las nuevas generaciones sobre la materia, atajando desde la escuela tanto la oferta como la demanda de estas prestaciones; permitieran el abandono de esta actividad a las personas que desearan dejar de ejercerla.
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