<Borja Manrique>
Pocos se acuerdan hoy de aquel día primaveral. Fue un 14 de Abril cuando una España atrasada como nunca, con su hambre de siglos y las alegrias imperiales marchitas en Cuba y Filipinas, se echaba a la calle en fervores paganos y primaverales. La alegria del 14 de Abril fue el canto primaveral de un regimen que luego resultó tortuoso hasta el desencanto y la sangre.No quisimos entendernos, o quizá no estabamos preparados.
Nos estabamos preparados para asumir nuestro propio destino como pueblo penetrado por una domocracia sin caciques y sin falsedades.
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Por Roger

El calor del motor del BMR le golpea en la cara como un puñetazo cada vez que Carmona el conductor acelera, pero al menos espanta las moscas, gordas como abejas, y que muerden como tábanos.

- "!Movimiento a las tres!. Controla la azotea del edificio Amarillo, ordena por el interfono al tirador de la ametralladora.

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Solo lleva una semana aquí, pero este es el tercer servicio de patrulla que le toca hacer desde que llego para sustituir por la vía de las prisas a Martínez, aquejado de una disentería galopante.

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Pedro Ignacio Fernández
Ex militante de FE-JONS

El futuro enlace del heredero de la corona con una plebeya ha desempolvado el antiguo debate Monarquía o Republica. La caída de la dictadura trajo la restauración monárquica, en el periodo convulso de la transición esta institución fue entendida por todas las fuerzas políticas, incluso las que defienden un ardiente republicanismo, como un elemento conciliador de las dos Españas.

Cumplidos los 25 años de constitución, el papel de la monarquía como garante del Estado ha dejado de ser relevante, por mucho que les pese sus mas encorajinados defensores. Si la democracia y la soberanía corresponden al pueblo como dice nuestra constitución, si el pueblo es el depositario de dicha soberanía y todos somos iguales ante la ley, porqué permitir que una familia ejerza el poder en este país y detente su representación en perjuicio de la voluntad popular.

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Alberto González Rodríguez

Nada me une al partido popular, ni al socialista, ni a ninguno. De modo que nadie tome estas líneas como defensa de alguno. Allá ellos con sus polémicas, en las que sabrán defenderse solos. Los tiros van por otro lado.

Van como toma de posición desde la sociedad independiente no militante contra la manipulación a que alguno trata de someternos, como si todos fuéramos unos ignorantes estúpidos dispuestos a tragar el falseamiento de la historia últimamente en boga, consistente en reescribir el pasado, desenterrar muertos y avivar rencores, con riesgo de, como ya se ha desvelado incluso de modo expreso, volver al año 36, lo que acabarán por lograr si continúan hurgando en cosas ya olvidadas por todos menos por los que las siguen removiendo desde el partidismo revanchista. Una muestra de ello es el artículo "Antes rota que roja", publicado en este mismo diario el pasado día 6 y rectificado el 8, que su autor, hoy socialista con cargo y ayer comunista, inicia tergiversando la frase "antes roja que rota", de la que afirma ser "una de las consignas de la derecha fascista española durante la II República que expresa gráfica e impúdicamente la reacción y el sentimiento que le animaban ante el avance popular de los partidos y organizaciones de izquierda". Afirmación que significa, o ignorar la historia, lo que es malo, o manipularla, que es peor. Y que, en cualquier caso, denota que el autor es un pésimo analista o un gran manipulador, ya que el sentido de la frase es exactamente el contrario del que le da. "Prefiero una España roja a una España rota" no fue consigna de nadie, sino una frase de Calvo Sotelo repetida en varias ocasiones como base de su pensamiento personal. La última vez, en aquella negra sesión del Parlamento "democrático y progresista", de 16 de junio de 1936, en que, tras haberlo sido ya varias veces por socialistas y comunistas a través de La Pasionaria, Margarita Nelken, José Díez, Galarza y otros, fue amenazado de muerte directamente por el propio presidente del gobierno, Casares Quiroga, y La Pasionaria ("Su señoría morirá con los zapatos puestos") anunciando el propósito de asesinarlo que, valiéndose de las fuerzas de seguridad del Estado, cumplieron menos de un mes después, el 13 de julio. Tras lo cual, obviamente, la frase no volvió a ser utilizada. Porque a partir de tan horrendo crimen de Estado, nadie, salvo los propios rojos, quería una España ni rota, ni roja. La frase no iba, pues, contra el avance de las izquierdas, dedicadas por otra parte a quemar conventos, asesinar religiosos y arrasar campos -que podía haber ido, vista la situación de las cosas sino a favor de España, con una grandeza de espíritu que sólo cabe interpretar en la misma clave que el juicio de Salomón. Es decir, preferir que algo muy querido pase a manos de otro, incluso adversario, antes que verlo destrozado o muerto.

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Bario

Son muchos los problemas que acucian cada día la sociedad actual, pero existe uno que es alentado por la visión individualista de la sociedad, por esa visión en la que uno no es capaz de pensar mas allá de su propia silueta, y que se asienta en la idea cada vez mas difundida de que el individuo es el principio, fin y medida de todas cosas, y que el comportamiento individual no tiene una trascendencia social , ese problema es la IMPUNIDAD.

La impunidad con que los ladrones de alto y bajo cuño atentan contra la propiedad y los bienes y hasta la vidas de las personas honradas y trabajadoras.

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