Alonso Goya
Parece que con ellos llegó el nuevo orden, su orden, aunque presuman de desorden, una vez más, su desorden.
Aunque quieren vender una imagen de progresía, de modernidad y de actualidad, son, sin duda, los mayores y mejores exponentes de la más arcaica actitud y desprenden un olor a rancio y a pasado de moda que tira para atrás.
Presumen de enarbolar la bandera de la libertad, se dicen los puntales de la democracia y lo único que reflejan es el comportamiento más reaccionario de los últimos años en nuestro país.
Quieren hacernos creer que su pensamiento es el más puro y original del momento y, en realidad, su mezcla, sus uniones y sus pactos son un canto al despropósito y a la incoherencia política.