J.I. Sanz

Por culpa de los innumerables tontos útiles que andan repartidos por todos los estamentos habidos y por haber, mediáticos, políticos, culturales... el nacionalismo acabará por imponernos sus tesis y su manipulada visión de las cosas. Y digo esto porque se está extendiendo la costumbre de equiparar, cuando no enfrentar, a algunas de las distintas identidades regionales con nuestra común identidad española, cuando esta última es precisamente la consecuencia de las anteriores. Es decir, somos españoles en tanto en cuanto somos vascos, catalanes, navarros, gallegos, leoneses, aragoneses...

Cuántas veces habremos oído y leído eso de "se siente más vasco que español o "más español que vasco o "se siente solo vasco. Aunque la más graciosa de todas es la de "se siente igual de vasco que de español, o sea, mitad y mitad, que es la medida estándar oficial y políticamente correcta. Nadie parece darse cuenta de que definirse como vasco y español es una redundancia, es como definirse doblemente español. ¡Dios mío, doblemente español! Y si ya es un acto de valentía casi suicida el definirse como español en público, imagínense doblemente español. De fascista parriba, oiga. Porque vale, ahora se acepta eso del "más vasco que español o "más español que vasco. Pero, y esos que se definen como más españoles que vascos o viceversa ¿en qué porcentaje es ese sentimiento? ¿Es un 2% más español que vasco? ¿Quizás un 35%? Y es que aunque lo parezca no es lo mismo uno que se sienta un 5% más vasco que español que uno que se siente un 80%, y no digamos uno que se siente un 95%. A ver. ¿Quién puede impedirme sentirme un 70% más castellano que español y así diferenciarme de aquellos que se sienten solo un 62%? Entonces ya si que sería la leche. En el Estado español, que no España, habría españoles, navarros, navarro-españoles, extremeños, vascos, manchegos, manchego-españoles, manchego-españoles en un 30-70, vasco-españoles en un 40-60, murcianos, murciano-españoles en un 80-20, y así, usando la combinatoria, calculen cuántas identidades habría.

El definirse solo como vasco, por ejemplo, o como catalán, lleva implícito el definirse como español. No hay ni que recalcar ni que diferenciar. Así que esa doble identidad vasca y española que se han sacado de la manga algunos para supuestamente no ofender a los nacionalistas no es más que una redundancia, una absurda y cursi redundancia.


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