Desde el mismo centro neurálgico de Alicante, frente al emblemático mercado de abastos, más de 60 falangistas, compañeros y amigos renovamos el compromiso de reunirnos, para continuar marcando las líneas maestras de un compromiso político, que tiene que ver con el pulso rabioso, constante y urgente de dar respuestas a los retos a los que nos enfrentamos cada día como comunidad, como nación y como personas.
La Falange en y por el siglo XXI
“Más fortalecidos que en un principio, pues aquel proyecto de unos cuantos idealistas que nos negábamos a ver cómo sucumbía el espíritu auténtico de la Falange, hoy se muestra a la sociedad española como una alternativa solvente en sus planteamientos, con actuaciones de rigor, seriedad y coherencia”. Juan Carlos García Moreno, con las mejores artes de anfitrión, presentaba el acto del Día del Partido en Alicante, como lo ha venido haciendo durante los 14 años con los que cuenta la formación política, consolidada por y para dos razones fundamentales, “que exista un referente capaz de hacer ver a otros falangistas que es posible hacer las cosas de otra manera, abandonando estereotipos y gestos ajenos a una Falange que no puede ser otra cosa que una Falange del siglo XXI”, y una segunda, el compromiso de estar con a todos aquellos que forman parte de las “más del 25 por ciento de personas en España, un drama al que hoy se llama de forma eufemística exclusión social”, con el fin de “poner en marcha una revolución silenciosa, a modo de corriente de opinión”, mientras no sea posible -el vicesecretario no tuvo reparos en ejercer la autocrítica de forma responsable-, proceder de otra forma, dado el músculo actual del partido.
Somos una profunda y exigente corriente de opinión, como se señaló desde la humilde y sin embargo rigurosa tribuna, de igual forma que somos un partido que marca la diferencia poniendo el foco, políticamente en la dignidad de las personas y el patriotismo democrático y social, y personalmente en la hermandad con todos nuestros afiliados, camaradas, compañeros y amigos. La cercanía y la preocupación por los sentimientos y problemas de nuestros camaradas y compatriotas es un sello de identidad al que no renunciamos.
En defensa de valores universales frente a la relatividad
Desde un discurso más enfocado en la metapolítca, Carlos Cardesa Sabio planteaba el reto de reinstalar “dentro de interpretaciones actuales, con formatos que sean interesantes para las sensibilidades posmodernas”, los valores que hoy ya no son de facto, “escala de valores universales como honestidad, justicia, lealtad, respeto, solidaridad, hermandad…”; y que hemos ido perdiendo a lo largo de las últimas décadas, con “la excesiva atención a las formas de la posmodernidad, la relatividad y el vacío de ideologías”.
Con la solidaridad elevada a categoría de valor universal por excelencia, para generar nuevas soluciones, “todos nosotros, cada uno de nosotros somos hombres y mujeres fuertes porque nuestros problemas no son solo nuestros” y proponiendo “imaginación y creatividad en esta empresa”, Cardesa propuso combatir los males que se han ido deslizando de grandes promesas como lo fue en su momento la globalización. Imaginación para combatir la “sensación de inseguridad existencial que ha traído la desregularización progresiva de los mercados de trabajo” y que se ha llevado consigo, “los trabajos de calidad e indefinidos dejándonos a cambio precariedad en el trabajo”. Solidaridad para paliar la “estigmatización de la persona”, de la que el Sistema no se hace responsable. Inventar soluciones aliadas a los valores universales que atenúen “la cultura del individualismo: o nadas o te hundes, que marca esta sociedad del rendimiento” y templen “la indiferencia globalizada a la que nos hemos acostumbrado: no me afecta, no me concierne, no es asunto mío”.
Todo ello, alertó, sin caer en posturas populistas, “de esos hombres fuertes con varita mágica, con cualidades redentoras, con discursos de ira, de odio…, ya que el miedo social no es la solución”. Y en cambio, sí la es, o al menos señala la dirección, dijo, crear, caminar hacia una “economía al servicio de las personas: la democracia económica, e inventar para conseguir una sociedad más justa donde la persona sea el centro del sistema y su dignidad y respeto estén por encima de todo, dentro de una patria como proyecto de vida en común”.
"Decir que somos personas de nuestro tiempo, que tomamos el pulso de nuestro presente y miramos al futuro con ganas de participar y contribuir a la resolución de los problemas que se generan en nuestra convivencia diaria buscando siempre el bien común". Carlos Cardesa, miembro de la Junta Política Nacional
”Que los que nos escuchan por primera vez se hagan una idea de lo que somos por lo que decimos y no por lo que otros dicen de nosotros”
“Uno de los pilares sobre los que se basa nuestra alternativa política es la defensa de la dignidad humana, por eso estamos en contra de todo tipo de discriminación”. Antonio Pérez Bencomo, Secretario General, defendió desde Alicante la creación de “políticas que faciliten el acceso de los españoles a un empleo digno, una educación pública, gratuita y de calidad, una vivienda, una sanidad pública y universal”, demandando, “menos feminismo subvencionado y más respeto real, sin encasillamientos, a las mujeres”
“Ya está bien de socializar las pérdidas y privatizar los beneficios, como hemos podido ver con lo ocurrido con las antiguas cajas de ahorro, arruinadas por la casta política, empresarial y sindical y rescatadas por el Estado con el esfuerzo del pueblo trabajador”. Antonio Pérez Bencomo, Secretario General
Defendió, también, un modelo de economía productiva “frente al paradigma vigente de economía especulativa, en la que unos pocos juegan con el bienestar general en beneficio propio”. Responsabilizó al Gobierno del Partido Popular del paro y la precariedad laboral y le acusó de “maquillar cifras” para ganar elecciones. Bencomo aseguro que “el modelo económico imperante no hace sino perpetuar la sumisión de los trabajadores al capital”. Denunció que los trabajadores sean “un número más y que las políticas neoliberales de Rajoy les dejen a los pies de los caballos”.
“Buscamos un modelo de economía social como vía de superación del capitalismo salvaje que arruina a las naciones y aliena a las personas”. Antonio Pérez Bencomo, Secretario General
Frente a este paradigma, el Secretario General apostó por el sindicalismo “como orientación, dirección, de las más justas condiciones laborales”. Por ello Bencomo denunciaba el papel asumido por los sindicatos mayoritarios, “que han preferido acomodarse al sistema y formar parte de los privilegiados, subvencionados y alejados del sufrimiento de unos trabajadores que acusan los efectos de la globalización y el capitalismo salvaje”. Lo que no quiere decir, añadió, “que el gobierno neoliberal no nos tendrá enfrente siempre que intente desautorizar esta herramienta de los trabajadores para hacerlos más débiles”.
“Queremos -continuó- que las entidades bancarias rescatadas sean la base de un sistema financiero público que dé cobertura a las iniciativas de economía social y las aspiraciones de los trabajadores para construir un patrimonio; que se proteja a los empresarios y los emprendedores; que se acabe la competencia desleal entre productos españoles y los que proceden de países donde no se respetan los Derechos Humanos y laborales”. El Secretario General de Falange Auténtica propuso acabar con la deslocalización “para acabar también con la mano de obra barata, defender la producción nacional y la reindustrialización de España, promocionando el sector primario”.
“Hemos de construir una sociedad más justa, amable y un país más habitable”. Antonio Pérez Bencomo, Secretario General
En definitiva, modelos de desarrollo sostenible y respetuosos con la naturaleza, que necesitan una financiación y un tipo de recortes “que jamás llevarán a cabo la casta oligárquica que gobierna”, porque son juez y parte. Entre otros, “eliminar cargos públicos innecesarios, ajustar sueldos políticos a la realidad, terminar con los privilegios de la casta y el entramado de empresas públicas paralelas a la Administración para colocar a sus enchufados, suprimir Administraciones duplicadas, como las comunidades autónomas…” Hay medios y recursos, afirmó, lo que falta es “voluntad política para conseguir una España mejor, más justa y más democrática; una patria ética, libre, comprometida con las causas justas y solidaria con las naciones de su entorno; y desde luego soberana, económica, política, energética y militarmente hablando para alejarse de la globalización, el imperialismo y la colonización económica y cultural”.
“Estas son nuestras propuestas y nuestros principios. Quienes dijeron otra cosa sobre nosotros… mintieron”, aseguró.