El pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de ver la película "Las 13 rosas" en televisión, la cual despertó un enorme interés y en las redes sociales se han sucedido las preguntas a los falangistas, sobre la implicación de la Falange fundacional en estos hechos.

Esta película, es un homenaje a trece mujeres jóvenes, que en su día fueron miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas y fusiladas el 5 de agosto de 1939. Por la fecha, es evidente que los falangistas no tuvieron ninguna implicación porque no gobernaban España.

Independientemente de que se cometiera una injusticia, y sin entrar en valoraciones sobre las vidas de estas mujeres, fue un hecho luctuoso más ya que durante la pasada Guerra civil española y la posguerra, se llevaron a cabo gran cantidad de ejecuciones por parte de ambos bandos.

Remover el pasado no es positivo para nadie y lo que llaman “memoria histórica”, mejor que pase a llamarse desmemoria, porque por ambos bandos contendientes se cometieron atrocidades, como en cualquier otra guerra.

A nosotros nos conmueve cualquier persona que haya dado la vida por su Patria o por la defensa de sus ideas, pero no tendamos a idealizar a nadie por los acontecimientos que rodearon su muerte y queriendo politizar hasta el máximo los hechos, que como suele ocurrir, son manipulados al antojo del escritor, guionista o bien de los partidos políticos a los que interesa desviar la atención de temas más actuales que acentúan su desprestigio ante la opinión pública.

Mucho habría que decir de los asesinatos antes y durante la Guerra Civil española, de figuras tan emblemáticas como José Antonio Primo de Rivera, su hermano menor Fernando, Ramiro Ledesma, Julio Ruiz de Alda, Matías Montero, José Calvo Sotelo, José Ruiz de la Hermosa (primer falangista apuñalado, estudiante y que compartía una gran a mistad con Ramiro Ledesma, acompañándolo al mitin del Teatro de la Comedia) y tantos falangistas anónimos que fueron asesinados por defender su, nuestra, Causa.

Baltasar Garzón, espoleado por la izquierda, consiguió reavivar los viejos odios enterrados, cuyo objetivo no era en realidad descubrir las identidades de los fusilados durante la guerra y posguerra para devolverlos a su familia, sino como era habitual en este señor cuando ejercía de juez, buscar el protagonismo que le llevara a estar en el candelero, como si de un burdo espectáculo, teñido de manipulación histórica y política, se tratara.

El tema es muy serio y a todos nos afecta de una u otra forma. ¿Quién no tiene en su familia a un antepasado asesinado o caído en combate por uno u otro bando? ¿Quién no conoce historias espeluznantes sobre esa guerra?

¿Por qué se rescata la figura de estas chicas y no se hace con personas del otro bando? Si vamos a contar la historia, que se haga de forma veraz y objetiva.

¿Nadie habla del genocidio de Paracuellos, de los asesinatos del Jarama, de la destructora La Pasionaria, de los sacerdotes y monjas asesinadas por razón de su fe, de las iglesias y otros edificios religiosos incendiados, del asesinato de niños y adolescentes…?. Si vamos a contar historias, centrémonos en la verdad y no en las manipulaciones que se hace sobre este tema tan delicado.

En España, durante los distintos gobiernos del PSOE se han dedicado a cambiar los nombres de calles, avenidas y plazas dedicadas a personajes históricos, por el simple hecho de pertenecer al bando ideológicamente opuesto y el PP no sólo continúa en esa línea, para evitar que los vinculen, sino que además proponen poner el nombre de una calle a Santiago Carrillo, como si de un héroe se tratara.

Por ser comunistas, resulta políticamente correcto ensalzar la figura de estas mujeres, creándose una Fundación en 2005, con el objetivo de profundizar en la Memoria Histórica, la igualdad y la justicia social.

En mayo de 2006 se inauguró en Getafe la Fuente de Las Trece Rosas, compuesta por trece chorros de agua.

El 5 de agosto de 2009, coincidiendo con el 70 aniversario del fusilamiento, se instaló una placa conmemorativa en el cementerio madrileño de la Almudena (el 70 aniversario del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera pasó desapercibido para la mayoría de la población española, a causa de un brutal cerco de silencio…).

Por el contrario en un intento burdo de borrar el pasado (como si ello fuera factible), suprimen los nombres de José Antonio Primo de Rivera y cualquier otro falangista, cuyo error parece ser que fue dar la vida por nuestra Patria. Guste o no, forman parte de la historia de España y murieron por ella, dejándonos un legado maravilloso que tantas personas desconocen porque a la Casta trincona no le interesa.

Intentar manchar el nombre de estas personas, amparándose en mentiras históricas, es una falacia. Hay que ser coherentes y defender las ideas que cada uno tiene y siente en su corazón, en un marco de legalidad y respeto a los demás.

Uno de los grandes problemas de España es la manipulación a la que estamos siendo sometidos por los dos grandes partidos y sus cómplices nacionalistas, que manejan la mayoría de los medios de comunicación.

Nosotros no somos borregos, queremos llegar a la población explicando nuestras ideas y demostrando que nuestro principal objetivo es el bien social. Las personas por encima de todo, la unidad de nuestra Patria, trabajo digno, vivienda, sanidad gratuita y educación de calidad al alcance de todos los ciudadanos.

Fuera de una vez esta casta política, corrupta y manipuladora. La Historia debe servirnos para ampliar nuestros conocimientos y aprender de los errores que se cometieron en el pasado, no para manipularlos al antojo de los gobernantes con el objetivo las ideas y la doctrina que cada uno tiene y siente en su corazón.

 María Formica


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