Si la democracia fuera sólo lo que es hoy en día.

 

Si el gobierno de las cosas del pueblo ejercido por la totalidad del pueblo fuera solamente lo que hacemos en nuestro país cada cuatro años.

 

Si no fuera cierto que cuando a uno le dicen que va a elegir qué hacer el fin de semana siguiente, uno cree que no sólo le están sugiriendo que elija entre tres individuos a quienes apenas conoce cual de ellos quiere que le haga sus planes no sólo para el fin de semana que viene sino para los doscientos ocho fines de semana siguientes.

 

Si no fuera, no sólo lícito, sino además legítimo y casi seguro que necesario, pensar que la democracia se puede perfeccionar más allá del gobierno abusivo y aplastante de los partidos políticos ricos en votos o en dinero (¿hay diferencia?), o ricos en dinero o en votos (¿hay diferencia?).

 

Si no fuera por estas cosas, y cuatro, o cuatrocientas, más que se nos ocurren, tal vez Falange Auténtica no precisara recordar, una vez más, que en este país la democracia está por llegar y que no se cansará de decirlo, cuando toque y cuando no, porque una vida regida, apaciblemente, democráticamente, por la responsabilidad del pueblo, sigue siendo el objetivo que nosotros nos hemos marcado como políticos.

Sólo desde la madurez pueden asumirse responsabilidades y sólo desde la generosidad puede plantearse el individuo que ha llegado el momento de madurar y convertirse en persona.

 

Democracia para decidir y no solo para elegir. Democracia política, democracia económica, democracia para que no nos sea ajeno nuestro futuro y no nos sea ajeno el futuro de los demás.

 

Decir que Falange Auténtica es democrática es redundante. La palabra democrática, puesta detrás de nuestro nombre es un epíteto. Lo hemos votado y hemos decidido que así sea.

 

Talio