Pedro Ignacio Fernández

Un arco iris lumínico inundaba las calles de nuestra ciudad, miles de lucecitas de múltiple colorido colgaban de los árboles, de las farolas. Durante unos días la imagen, el semblante de la metrópoli iba a cambiar, dejaba guardado en el armario el traje deshumanizado, egoísta e individualizante que le caracterizaba colocándose el de los domingos. La Navidad había llegado

Hombres y mujeres iban de un lado para otro, en busca de saciar el afán consumista en el que desde hace tiempo la actual sociedad nos había educado, la llamada de cualquier oferta navideña era reclamo para acudir raudo y veloz. Las grandes superficies comerciales mostraban su mejor cara, el lado amable de la distribución, ya habrá tiempo de mostrarse tal como son, como los grandes especuladores y fabricantes del empleo precario.

Hasta aquí la cara alegre de la Navidad, la del bienestar. Pero, ¿es realmente Navidad para todos? A la vuelta de cada esquina nos encontramos con niños y mayores vestidos con ropas ajadas, con signos visibles de suciedad pidiendo dinero porque no tienen nada para comer, al lado de urbanizaciones de lujo, núcleos de chabolas carentes de las mínimas condiciones de higiene, salubridad y habitabilidad, leemos el periódicos y nos enteramos que hay en España dos millones de parados – que se sepa-, cientos de miles de niños sin escolarizar en todo el mundo, una gran parte de la sociedad mundial viviendo en estado permanente de pobreza. Estos son una serie de ejemplos que demuestran las claras desigualdades existentes en la actualidad y que los gobiernos del mundo desarrollado poco hacen por mejorar. Según datos del informe anual de la UNICEF, el progreso de las Naciones, la ayuda de los países industrializados al desarrollo lleva una curva descendente desde el año 1992. España, en 1995 destinó sólo el 0,25% de su Producto Interior Bruto.

Todavía mas claro es el informe auspiciado por Caritas y la Fundación Foessa. En el mismo se alerta sobre el aumento de la pobreza severa en España y la edad cada vez más joven de la población en el umbral de la pobreza. El 44% de las personas pobres son jóvenes y niños. Se considera pobre todas aquellas familias y personas que se sitúan económicamente por debajo del umbral del 50% de la Renta media disponible neta (Rdn) en el conjunto del Estado.

De dicho informe, extraemos las siguientes consecuencias.

1. En España la extensión de la pobreza en familias y en población es superior a la media europea, y su principal causa, es la desigual distribución de la riqueza. Los datos son escalofriantes, existen 2.192.000 hogares en los que viven más de 8 millones de personas bajo el umbral del 50% de la Rdn. La pobreza "relativa es mayoritaria y en el otro polo se encuentra la pobreza llamada "extrema. Si es preocupante el aumento de la denominada pobreza "severa.

2. Un hecho llamativo es el aumento acelerado de jóvenes que viven en la pobreza. El 44.1% de los pobres de España son menores de 25 años.

La pobreza lleva consigo adquirir la mayoría de los males, carencias y problemas sociales como es el paro, el analfabetismo, la delincuencia y la marginalidad.

No podemos decir que España va bien cuando nos encontramos con esta lamentable situación. Y lo peor es que la lucha contra la pobreza que debería ser un objetivo central de las políticas públicas no ha sucedido en España ni en el resto de Europa.

El informe Foessa hace también hincapié en la relación entre el crecimiento del paro de larga duración y la evolución de la pobreza, quedándose desbordados los sistemas tradicionales de cobertura de desempleo. Existe un reparto injusto de la riqueza, agravado por el aumento de las desigualdades salariales, especialmente en el caso de las mujeres.

El paro es otro problema importante. La tasa de paro juvenil en España es la más alta de la UE. Y si consiguen trabajo, el salario es insuficiente para adquirir una independencia económica y familiar.

El numero de parados registrados (fuente INEM) en las oficinas de ¿empleo? del INEM al finalizar el mes de octubre fue de 1.641.661 personas. Un 3.23% más que el mes anterior, y respecto a octubre del año 2001 ha aumentado en 101.658 personas, un 6.60% más. Podríamos establecer comparaciones sobre datos, ratios, etc, pero lo importante es que estas son las cifras, frías pero verdaderas. El sector más desfavorecido es el de las mujeres. Y otro dato a tener en cuenta es que respecto a la misma fecha del año anterior, es que ha descendido el numero de contratos indefinidos registrados (-1.94%), mientras que la de contratos temporales ha aumentado (5.30%).

Navidad significa, entre otras cosas, solidaridad. Bien está que en estas fechas tan señaladas disfrutemos de las mismas, pero pensemos también en todas aquellas personas que no pueden. Por desgracia.

Pedro Ignacio Fernández
Ex Srio. Prov. Organización.
FE-JONS. Toledo.

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Fuentes:

- Informe Foessa.
- Resumen mensual de datos básicos. Octubre 2002. INEM