El 22 de marzo de 2003 varias fuentes de la capital de España se tiñeron de rojo, en uno más de los numerosos actos de protesta contra la guerra de Iraq. Esa acción parecía querer decir al pueblo de Madrid que no olvide que las guerras se alimentan de sangre, de sangre roja como el agua de las fuentes de la ciudad. En los aledaños de la Plaza de Colón se colocó una pancarta con la firma de Falange Auténtica que hacía referencia a la responsabilidad que todos tenemos en esta guerra. La corta presencia de esa pancarta, rápidamente retirada por la Policía Municipal, fue acompañada del reparto de un manifiesto titulado YO SOY CULPABLE DE ESTA GUERRA y grandes cantidades de octavillas que llamaban la atención sobre la sangre ficticia que brotaba de las fuentes madrileñas, para recordar a las víctimas inocentes del ataque a Iraq. Javier Iglesias, tu lucha sigue.