Escrito de FA en Guareña

En la mañana del viernes 17 de abril la Junta Local de FALANGE AUTÉNTICA ha entregado en el registro del Ayuntamiento de Guareña un documento en el que se pide a las autoridades tomen cartas en el asunto para evitar problemas de convivencia en nuestro pueblo. Dicho escrito surge a raíz de los incidentes acaecidos en nuestro pueblo durante la semana pasada, en la que tuvo lugar una agresión machista y otra con arma blanca (protagonizadas ambas por la misma persona) a un vecino que intentó mediar en dicha agresión.

Escrito de FA en Guareña

El texto íntegro del escrito remitido por Falange Auténtica dice lo siguiente:

La Junta Local de Falange Auténtica de Guareña se dirige a usted para solicitar que como máxima autoridad de nuestro pueblo se sirva tomar las medidas necesarias para paliar la situación de alarma que de un tiempo a esta parte se viene generando en la población a raíz de primero, según nuestras informaciones, un intento de robo en un cajero automático y a los pocos días una agresión con arma blanca a un vecino que mediaba ante un caso flagrante de violencia doméstica en plena calle. Ambos casos parecen haber sido provocados por ciudadanos rumanos residentes en Guareña.

Aunque para nosotros tan alarmante como los casos citados es la respuesta que un grupo de jóvenes ha dado en forma de agresión verbal e insultos a toda la colectividad de ciudadanos rumanos, culpando a la totalidad de unos actos puntuales y condenables.

Hasta la fecha podemos considerar que Guareña ha sido una localidad que no se ha caracterizado por problemas de convivencia entre ciudadanos de distintas nacionalidades, razas y culturas, por lo que pedimos a usted tome las medidas oportunas para evitar cualquier tipo de agresión, física, verbal, utilización de armas, etc., así como la posible respuesta xenófoba. Para ello creemos que el primer paso sería conocer las circunstancias en la que determinada población de procedencia rumana vive en Guareña. Parece que se dan condiciones de hacinamiento e infravivienda, niños sin escolarizar y demás circunstancias que constituyen el caldo de cultivo para actos delictivos.

No queremos ser alarmistas, no nos mueven sentimientos de rechazo a ninguna colectividad, etnia o raza, máxime teniendo en cuenta nuestras profundas convicciones humanistas, pero creemos que es llegado el momento de tomar las medidas necesarias para evitar posibles brotes o focos de violencia fruto de las condiciones de vida en las que se encuentran determinados colectivos, así como la respuesta xenófoba y desproporcionada de ciertos vecinos.