Hola, ¿por qué a Falange todos los medios y partidos la ponen como extrema derecha, cuando su ideario es muy distinto?

- Preguntas enviadas por P.

Hay tres razones fundamentales y ninguna de ellas posee un carácter ideológico o doctrinal.

La primera parte del mismo momento de su fundación, cuando la Falange de José Antonio adoptó una ESTÉTICA claramente fascista. Si bien es cierto que todos los partidos de la época revisten un corte militarista -con uniformes, banderas, saludos, desfiles, estructuras de mando, etcétera-, la Falange encarna a la agrupación política más influenciada por la MODA ITALIANA del momento. Moda fascista, obviamente.

En segundo lugar, y como efecto de la causa anterior, el nombre y la estética de la primera Falange fueron utilizados bajo el franquismo para agrupar –en el seno de aquel régimen- a los elementos más simpatizantes con la ideología fascista. Tanto antes como después de la Segunda Guerra Mundial ser falangista era sinónimo de ser fascista. Como a esta farsa se prestó un buen número de antiguos dirigentes de la Falange original -junto a colaboradores, familiares y amigos íntimos de José Antonio- dándole visos de veracidad, el estigma fascista de la Falange no hizo sino pronunciarse todavía más.

Finalmente, durante la transición política del régimen de Franco al actual Estado constitucional la Falange se fundió aún más sólidamente con el viejo régimen, presentándose ante la sociedad española como uno de los partidos continuadores del franquismo. Una opción inaudita por cuanto nadie ignora que fue el propio franquismo quien programó su voladura controlada desde el interior mismo de sus instituciones. En todo caso, a partir de 1975 la Falange ya no sería la familia fascista del franquismo… sería el franquismo puro y duro, el franquismo per se. Especialmente, tras la deserción de la Iglesia y del Opus Dei hacia posiciones políticas derechistas más moderadas y acordes con sus propios intereses (económicos). El “papelón” representado en esta etapa de infausto recuerdo por las viejas glorias del franquismo, como fueron Raimundo Fernández-Cuesta o Pilar Primo de Rivera entre otros, resulta impagable a la hora de sembrar la confusión en torno a los auténticos principios y objetivos de una Falange auténticamente nacionalsindicalista.