Soy natural de Barcelona y desearía conocer su postura hacia la posibilidad de articular un Estado Federal frente al actual de las Autonomías. Ya sabemos que eso implicaría esfuerzos y renuncias por parte de todos, pero si el pueblo español lo demandase.

¿accederían a colaborar en ese proyecto? Gracias por brindarme este espacio.

- Pregunta enviada por J.L.

Se da la paradoja de que el Estado de las Autonomías concede un nivel de autogobierno a las regiones muy superior al que se observa en los grandes ejemplos de repúblicas federales que son los Estados Unidos o Alemania. En el caso español, un modelo federal de este tipo implicaría la recuperación de competencias para el gobierno central, una posibilidad que FA podría considerar dado el abuso que algunas CC. AA. hacen de sus prerrogativas legislativas en contra de la unidad nacional.

Cuando los partidos separatistas o tibiamente nacionales abogan por un Estado Federal no lo hacen, obviamente, para perder competencias. El concepto "federalismo" se utiliza aquí de una manera torticera, lo que debe ponernos en alerta. La ensoñación federal-nacionalista pretende una cesión total de soberanía por parte del Estado unitario a los territorios para que después, libremente, éstos puedan decidir si asociarse o no al resto de las regiones de España y bajo un modelo de gobierno central mínimo, prácticamente simbólico. En otras palabras: la disolución del Estado para construir un nuevo concepto de asociación política, que puede coincidir con lo que entendemos por España pero donde el resto de las posibilidades quedan igualmente abiertas, sin excluir la independencia de algunas regiones tras la conquista de su plena soberanía. 

Como falangistas, y desde el más estricto sentido común, afirmamos la unidad de España como el mejor instrumento para el progreso, el bienestar y el desarrollo de todos los españoles. Nos oponemos, en consecuencia, a esta gran estafa política que intenta maquillarse con el prestigio de un concepto tan “avanzado” como es el Federalismo cuando no busca otra cosa, en realidad, que abrir nuevas vías para la desintegración del Estado español en favor de las elites locales.