El periódico "Hoy" de Extremadura (edición digital), en su edición del jueves 30 de mayo, incluye una carta al director de nuestro camarada Pedro Miguel sobre Gibraltar.

La nota de prensa puede consultarse el la edición digital de "Hoy"


HOY, de Extremadura (30/5/2002)

La vergüenza de Gibraltar

Publicado en Cartas al director. Hoy. Diario de Extremadura - Edición digital (30/04/2002) - ( Ver noticia...)

No puedo evitar una sonrisa al leer el agudo artículo de Martín Tamayo (HOY, 22-5-2002), en el que hace referencia al previsible desencuentro final entre España e Inglaterra sobre el contencioso de Gibraltar. Dice el columnista que ambas naciones se han reunido un montón de veces, e incluso se atrevieron a fijar fechas para los acuerdos últimos, pero mediando Inglaterra, siempre hay un pero.

Más adelante recuerda que Gibraltar figura en el listado de la ONU como territorio pendiente de descolonización y que el tratado de Utrecht especifica que no se permitirá la cesión a otro país que no sea España. Pero todo eso son gaitas para los duros oídos ingleses». A este respecto conviene tener presente que ya en 1967 a Asamblea General de la ONU afirmó que «la situación colonial que destruye parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos de la carta de Naciones Unidas». Un año más tarde, la misma asamblea da al Reino Unido el plazo de octubre de 1969 para poner fin a la situación colonial. Desde entonces hasta hoy, se han sucedido cierres de la verja, contactos, negociaciones, etc., hasta llegar a las repetidas y cansinas reuniones entre Aznar y su sonriente amigo Toni Blair.

En relación con el tema que nos ocupa decía José Antonio Primo de Rivera que «España limitaba al sur con la vergüenza de Gibraltar». Vergüenza por la continua desidia de los distintos gobiernos españoles, vergüenza porque nuestros 'aliados' ingleses (no olvidemos que estamos juntos en la OTAN, la UE, ONU y todas las sopas de letras que queramos) mantengan una colonia en nuestro territorio. Y vergüenza porque gobiernos como el actual del PP sigan sometiéndose a los dictados de la Gran Bretaña, riéndole, por si fuera poco, las gracias a Blair y su ministro Straw. En palabras de Martín Tamayo «ya resulta casi ridículo que cada vez que nos guiñan un ojo andemos detrás de ellos, aún sabiendo que del guiño no pasarán».

Si en las negociaciones de Gibraltar jugamos ese papel, no es de extrañar que no se oiga la voz de España en asuntos como el Sahara o Palestina. Las reverencias que Piqué tributó a Bush resumen muy a las claras el posicionamiento español en asuntos internacionales.

PEDRO MIGUEL LÓPEZ PÉREZ
GUAREÑA