Falange Auténtica, al igual que otras numerosas organizaciones políticas, sindicales y sociales, mostró en su día expresamente su adhesión al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito por las dos principales fuerzas políticas. Los frutos positivos de dicho acuerdo, alcanzado entre los dos partidos con mayores posibilidades hoy de gobernar la nación, son conocidos: una intensificación de la lucha policial con importantes operaciones de desarticulación; un fortalecimiento de la cooperación policial y judicial a escala internacional contra el terrorismo; una reforma penal que llevó a un cumplimiento más efectivo de las condenas; unas medidas sobre menores que contribuyeron a disminuir el vandalismo callejero proetarra; y el desmontaje de una buena parte del entramado terrorista, que venía utilizando formalmente el disfraz de partido político, publicaciones, asociaciones juveniles o colectivos sociales para fomentar la presión social sobre la vida cotidiana de los ciudadanos vascos, y para esa trágica paradoja de financiar la actividad terrorista con fondos públicos. Si bien los grandes partidos tenían en su "debe una importante responsabilidad durante décadas, por la vergonzosa dejación del Estado en el País Vasco, este acuerdo desde luego había que computarlo en el "haber, por cuanto supuso un paso importante en la buena dirección, como los hechos objetivos se han encargado de demostrar.
La nueva política del ejecutivo Zapatero, enterrando el pacto sin razón que lo justifique, permitiendo que -a partir de un EHAK-PCTV teledirigido por los batasunos- pueda volverse a reconstruir y fortalecer el entramado político y social etarra, y haciendo una inoportuna invitación al diálogo a una banda criminal que no ha dado ningún síntoma de querer dejar de matar, es uno de los hechos más graves que hemos presenciado en estos meses de errático gobierno.