España sufre, en un contexto mundial difícil, una de las crisis económicas  más graves en lo que va de siglo. Con una tasa de paro que alcanza al 13% de la población activa, la más alta de los países de la zona euro, y que sube hasta el 29,5% en los jóvenes demandantes de empleo, mientras la deuda pública llega al 122% del PIB. Son datos para no ser optimistas con el futuro inmediato de la economía de nuestra Patria y que están afectando de lleno a los españoles, a quienes además el aumento de la inflación ha hecho un 10% más pobres.

Leer más...

Queremos vivir en una España donde ser de izquierdas, de derechas, de centro, falangista o comunista sea una opción ideológica personal y no un motivo de enfrentamiento. Donde ejercer la política sea un servicio a España por parte de personas que, desde los altos cargos del Estado hasta los puestos más humildes, lo hagan con vocación de servicio, honestidad y entrega a los ciudadanos. Que tengamos muchas más razones para estar unidos, convivir en libertad y ejercer nuestros derechos ciudadanos, que separarnos y pelearnos cuando tenemos tantos graves problemas por resolver.

Leer más...

“No ofende quien quiere, ofende quien puede”. El clásico adagio castellano resulta aún más elocuente si se aplica a un dirigente comunista como aparenta ser Alberto Garzón. Porque tal vez no exista mayor honor en este mundo que luchar contra la ideología más homicida y sanguinaria de la historia. Tal es, rigurosamente, la categoría que corresponde a la ideología de Garzón con sus más de cien millones de muertos a la espalda. Una cifra de víctimas a la que, por cierto, ni de lejos se aproximan todas las atrocidades sumadas de todos los fascismos del mundo juntos. Ninguna bandera iguala en lo criminal a la que enarbola el descolorido telonero de Pablo Iglesias.

Quienes conocen la historia y los hechos, dudan de la calidad democrática de un sistema donde tipos de esta catadura ideológica puedan expedir certificados de legitimidad y pedigrí democrático. Acreditaciones que ni José Antonio ni ninguno de sus camaradas necesitamos ni aceptamos. 

Leer más...

Quién lo hubiera dicho, pero Juan Carlos de Borbón busca escondrijo y retiro dorado en la República Dominicana. La elección de destino no es baladí ya que, sorpréndase usted, la isla caribeña y España no han tenido tiempo de acordar hasta ahora un tratado de extradición. Fuerza es reconocer que este relajo va a resultar oportuno en una situación “realmente” incómoda como la que se avecina. Y es que, si a Don Emérito le pueden caer por todos lados, esta inesperada aventura americana no viene a apuntalar –precisamente- su presunción de inocencia. Los motivos de preocupación no escasean y, sin duda, pesaron cuando el actual usurpador de la Jefatura del Estado, Sr. D. Felipe de Borbón y Glücksburg, decidió sacudirse de encima la incómoda presencia del campechano. Adelantándose, con previsión táctica, a que la Fiscalía del Tribunal Supremo imputara o investigara a Juan Carlos por su presunto papel irregular en el caso del AVE a La Meca como al final sucederá. La cosa no acaba ahí y son de esperar las nuevas y escandalosas revelaciones afloradas por Corinna zu Sayn-Wittgenstein pues, como es de dominio público, el telón de silencio mediático protector de la Monarquía tiene su capítulo vergonzante en esta historia real y es muy poco lo que se ha escrito en la España de los últimos veinte años sobre la Corte de los milagros de “Juanito”. 

Leer más...

El criterio del presidente Sánchez en torno a las graves jornadas del “procés” catalán aparentemente ha convencido a los siete magistrados encargados de juzgar la cuestión. Aunque Sus Señorías gozan de perfecta salud visual y no niegan que violencia –lo que se dice violencia- la hubo sobradamente en el entorno del 1-O no aprecian, sin embargo, que los líderes independentistas instigaran premeditadamente su uso estratégico como medio para declarar la independencia catalana. Como consecuencia de ello la sentencia del Supremo ha sido por delito de Sedición, no de Rebelión. Un “no fue para tanto” que aliviará considerablemente las penas para los encausados... e invitará a los CDR -y a otros elementos radicales del independentismo catalán- a una violencia mayor si su deseo es que el Alto Tribunal los tome verdaderamente en serio.

Leer más...