José Antonio Martín Otín, periodista y asesor deportivo, presentó en un hotel de la capital de España su libro El hombre al que Kipling dijo sí (Ed. El Gallo de Marzo. Madrid, 2005), en el que recupera el perfil más humano de un José Antonio Primo de Rivera que aún permanece atrapado entre el mito y la deformación.

Caco Martín Castillo, que compartió con Petón –así conoce a Martín Otín su gente más cercana- militancia en el falangismo auténtico durante la transición, fue el encargado de introducir al autor y la obra, ante una nutrida asistencia.

 

Para el presentador, el libro tiene un solo defecto: "que sabe a poco, se hace corto. El mayor mérito de la obra es que consigue que "brote el personaje a través de sus páginas. Un personaje sin duda clave para entender nuestra historia, para reflexionar sobre esa otra historia que no pudo ser, pero también para mirar al futuro. Caco subrayó la altura de la prosa de Martín Otín y aseguró incluso que, "si es capaz de escribir otro libro de esta misma calidad, sobre un tema distinto, estaremos ante una figura de nuestra literatura. En su intervención terminó reivindicando el noble empeño de aquel proyecto que supuso Falange Auténtica en los inicios de la democracia.

 

El autor nos había anticipado ya el propósito y parte del planteamiento de este libro en Alicante, cuando participó, junto con el escritor Fernando Sánchez Dragó y otros invervinientes, en una interesante Mesa Redonda sobre José Antonio, convocada por nuestra organización el pasado mes de noviembre.

 

Martín Otín reivindicó en el acto de presentación de su obra la figura del líder falangista –"contra la mentira y la manipulación- como referente humano y ético, por encima incluso de sus concretos planteamientos políticos, porque "los valores permanentes están por encima de circunstanciales doctrinas. El autor, que afirmó no ser hoy falangista, asegura no obstante que "los dos grandes afanes de José Antonio fueron España y la justicia y que "esa síntesis marca la senda para construir una sociedad "desde la fraternidad, con lo mejor de unos y lo mejor de los otros.

 

El libro se va tejiendo a partir de un poema de Rudyard Kipling, titulado If... (Si...) y que José Antonio tenía enmarcado en su despacho, como un auténtico guión de conducta. Con ese hilo argumental, el autor salpica su relato de sugestivos episodios de la trayectoria personal y política del fundador de Falange, algunos inéditos como su historia de amor con Elizabeth Bibesco, otros ya dados a conocer en las diversas biografías publicadas, pero que Martín Otín rescata del ámbito de la erudición histórica para hacerlos cercanos, insertándolos en un texto tan ameno como brillante.

 

José Antonio Martín Otín nos invita a la reflexión ante la peripecia vital de un hombre que lo tenía aparentemente todo para disfrutar de una vida placentera –posición social, prestigio profesional, estatus económico...- y que renuncia a esa existencia acomodada para luchar por aquello en lo que creía, hasta ser asesinado en medio del odio y la incomprensión.

 

Para Petón una  sociedad consumista y materialista no parecía invitar mucho al optimismo, pero la reciente muerte de Juan Pablo II y la asombrosa reacción popular que suscitó indica que las personas -más allá de una confesión religiosa concreta- siguen buscando referentes espirituales, y que todavía cabe la esperanza de levantar la bandera de los valores. Invitó a los presentes a no desfallecer, a "no reblar (como se dice en el Aragón de sus raíces familiares) en pos de construir una sociedad más justa y de rescatar referencias como la de José Antonio, al que definió como "un prototipo del ser de España.

EL GALLO DE MARZO
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