El próximo 20 de Noviembre nuestro País vivirá una nueva jornada de manifestaciones, provocaciones y enfrentamientos entre grupos radicales, jaleados por un sector de la prensa sedienta de sucesos escabrosos, en la que se utilizará el nombre de José Antonio Primo de Rivera, se exhibirán banderas falangistas, camisas azules y se cantará el "Cara al Sol". Los abajo firmantes, particulares y organizaciones, queremos poner de manifiesto que, a pesar del ruido que estos alborotos produzca, nos sentimos comprometidos con los ideales de Libertad y convivencia, de Patriotismo democrático y Justicia social que enunció José Antonio Primo de Rivera, bien distintos a la imagen que la extrema derecha y algunos medios de comunicación pretenden transmitir del fundador de Falange.

Es desde ese compromiso de concordia entre los españoles que buscaba José Antonio por lo que nos atrevemos a opinar que él jamás hubiera estado conforme con la imagen de las "dos Españas" enfrentadas en una dinámica de odio y resentimiento, sin posibilidad de conciliación.

Los falangistas del siglo XXI creemos que España se fortalece a través del diálogo y el consenso, no mediante la imposición sobre el resto de la sociedad. Cuando desde el poder se busca la represión de la disidencia, se pervierte la esencia del pensamiento joseantoniano.

Esa perversión, en forma de la más torpe falsificación, la padeció José Antonio Primo de Rivera, y con él sus seguidores, durante los casi 40 años de régimen autoritario dirigido por el General Franco.

Ahora que se habla y debate acerca de la "Memoria Histórica", consideramos conveniente explicar a nuestros conciudadanos que una de las principales víctimas del Franquismo sigue siendo la figura de José Antonio Primo de Rivera..

José Antonio Primo de Rivera, diputado en las Cortes de la II República, nunca hubiera querido una España "de vencedores y vencidos", no hubiera consentido la instalación de bases militares extranjeras en nuestra Patria y, por supuesto, no habría avalado el restablecimiento de una Monarquía a la que consideraba una institución fenecida.

Nos parece evidente que José Antonio Primo de Rivera tampoco quería nada parecido a un capitalismo proteccionista como el que se construyó bajo el mandato del General Franco y se ha desarrollado en el régimen vigente; antes bien, pretendía un modelo económico donde los trabajadores también fueran protagonistas en la gestión y los beneficios de las empresas, mediante un sistema que hoy se conoce como economía social.

Para nosotros está claro que José Antonio nunca hubiera avalado un estado centralista en el que la diversidad cultural y social de las distintas regiones españolas, se viera reducida a demostraciones folklóricas o sirvieran para consolidar una especie de reinos de taifas donde las oligarquías locales han impuesto su hegemonía. Por el contrario José Antonio, desde el respeto al acervo de los Pueblos de España, quería armonizar toda la riqueza que éste supone en un proyecto armonioso de vida en común en el que las diferencias, más que causa de enfrentamiento, fueran motivo de orgullo para todos y la solidaridad entre compatriotas una praxis arraigada en la vida cotidiana de los españoles.

Junto a José Antonio Primo de Rivera, reclamamos a las instituciones políticas de la Nación el reconocimiento oficial y una reparación moral y jurídica por los daños sufridos, a quienes intentaron introducir en España la Justicia y la Libertad desde los postulados joseantonianos y que por ello fueron represaliados durante la dictadura: Manuel Hedilla, Juan-Bautista Pérez de Cabo, Juan Domínguez, Pedro Durruti y numerosos falangistas que sufrieron la prisión, el destierro y hasta la tortura y la muerte por un régimen que, para mayor escarnio, se decoraba con las señas de identidad propias del falangismo.

A pesar de la divergencia más que clara entre el modelo político de José Antonio Primo de Rivera y la dictadura de Francisco Franco, aún hoy en día hay quienes, con evidente mala fe, pretenden seguir confundiendo a la ciudadanía, intentando asociar ambos personajes como si hubieran tenido algo más que ver que la usurpación de la identidad y la manipulación del pensamiento político del líder revolucionario por parte del General.

Para mayor provocación, se pretende además, vincular la figura y el pensamiento de José Antonio con postulados racistas y xenófobos que él mismo no hubiera tolerado jamás, a través de la presencia de mensajes y simbología de una extrema derecha que, sin ningún tipo de escrúpulos, mezcla la simbología propia del falangismo con consignas e iconografía neonazis.

Por todo ello, queremos manifestar a nuestros conciudadanos, a los medios de comunicación y a todos aquellos que pudieran sentirse identificados con las ideas de Patriotismo integrador y solidario, Justicia social y Democracia avanzada, nuestra más enérgica condena a cualquier tipo de acto que contribuya a mantener secuestrado a José Antonio Primo de Rivera en el calabozo nostálgico de un régimen que no sólo fue muy distinto a sus anhelos, si no que quiso evitar con todas las fuerzas de las que pudo disponer, abogando hasta el último momento de su vida por la paz y la reconciliación entre los españoles.

Por ello aprovechamos la ocasión para pedir tú solidaridad con nuestra PETICIÓN DE LIBERTAD PARA JOSE ANTONIO, adhiriéndote a esta campaña. Sólo necesitamos tu consentimiento, vía correo ordinario o correo electrónico a las siguientes direcciones.