Miguel Sánchez
Desde hace algunas décadas es una realidad que la base de la economía española ha pasado de un quasi sacrificado sector primario a otro más pujante y mejor remunerado de los servicios, en una etapa económica propicia a este flujo incesante, al que momentáneamente atendemos y nos plegamos en nuestra Patria.
Quizás la clase política no haya querido darse cuenta que los intereses del pueblo español deben de estar por encima de todo, incluso de la demagogia con la que actúan y nos manipulan "nuestros gobernantes, esos que toman decisiones a la ligera sin valorar las repercusiones que aquellas conllevan, ni se toman la molestia de estudiar nuestra historia reciente. Me refiero al trato que se da la Reino de Marruecos y a sus políticas, aquí van estas líneas para hacernos recapacitar sobre los hechos y sus consecuencias.
El gobierno de la Nación, de una vez por todas, ha de adoptar una política de firmeza frente a los intereses marroquíes que tienen por finalidad derrocar al cada vez más debilitado sistema agroproductivo español, base y sustento de nuestra población desde épocas lejanas.