Dentro de un especial dedicado al activismo político, el diario Público se hace eco de la campaña FA contra la expansión sin control de la ganadería industrial. Una campaña en la que venimos trabajando desde hace más de un año.

Este artículo pone como ejemplo de activismo la labor de Falange Auténtica, recalcando el autor  “que la Falange Auténtica sí ha utilizado cartelería en contra de las granjas para vender su oferta electoral en un nicho que antes era monopolio de la izquierda.”

En realidad, la izquierda lleva décadas fingiendo defender el medio ambiente, pero cuando gobierna no sólo no es su prioridad, sino que incluso es nefasta para el mismo.

Captura del artículo de público

El caso de García Page con las macrogranjas porcinas es una vergüenza de manual, o como los nacionalistas han permitido que la cuenca de Ter se contamine hasta niveles insoportables. Quemar la tierra y contaminar los acuíferos con exceso de nitratos, no es de derechas, ni de izquierdas, como bien sabemos en Castilla la Mancha donde PSOE y PP han votado en contra a una moratoria a las macrogranjas a espera de un estudio de su impacto.

Para nosotros, estar en contra de la ganadería industrial no es de izquierda, ni de derechas, ni siquiera es exclusivamente falangista, es defender el futuro de nuestra tierra, es sentido común, es auténtico patriotismo.

A los partidos o grupos que viven de perpetuar la división social entre izquierda y derecha esto les descoloca, porque les rompe el discurso que les sirve para vivir del cuento y actuar contra el bien común.

Defender el medio ambiente y el futuro de los pueblos no es de derechas ni de izquierdas, ni exclusivamente del falangismo auténtico... es cuestión de honradez y sentido común.