Es frecuente oír entre los forofos de los programas políticos que los falangistas no lo tenemos. "¿Qué vais a hacer si por milagrosa coyuntura estuvierais al frente de las más altas responsabilidades?". Nosotros, los de F.A., los representantes del falangismo democrático, hacemos oídos sordos, porque sabemos que mucho más importante que el programa es el sentido, y esto lo tenemos bien cogido. Sabemos cuál es el norte, el talante y los talentos nos sobran.

Tenemos una Declaración de Principios tan clara como el agua, mucho más que cualquiera de esos panfletillos generalistas que se gastan ahora en los grandes partidos a derecha e izquierda.

Pero que nadie se lleve a engaño. También nos sabemos muy bien todas las teorías sobre la socialización de la riqueza y la empresa, la democratización de los municipios y la articulación de un Estado moderno y eficaz al servicio del ser humano. De todo eso podemos hablar, si alguien tiene alguna duda. La pedantería intelectualoide también tiene un hueco a nuestro lado, siempre y cuando tenga sentido.

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