Por la libertad en el País Vasco

La Comunidad autónoma vasca afronta el próximo 17 de abril una cita con las urnas sin duda trascendental, después de una legislatura marcada por la escasa iniciativa de gobierno del tripartito PNV-EA-EB, ocupado casi exclusivamente en la defensa de un plan soberanista y sectario, que ha generado un grave conflicto político y que ha contribuido a ahondar la fractura política y social en el País Vasco.

FALANGE AUTÉNTICA DE EUSKALERRIA - EUSKAL FALANGEA no se ha presentado a estos comicios al Parlamento autónomo vasco, fundamentalmente -al margen de otras consideraciones políticas- porque, dada la corta vida de nuestra organización, hay que reconocer con honradez que aún no contamos con la suficiente implantación como para formar candidaturas en los tres territorios históricos. Máxime cuando el escenario en esta comunidad es que cada candidato no nacionalista asume de forma automática la condición de objetivo terrorista que, además, frecuentemente se extiende a su familia, y, en nuestro caso, dicho sacrificio es hoy por hoy para una presencia lamentablemente aún testimonial.

Pero esto no significa que Falange Auténtica esté distante ni ausente de estas elecciones. FA no va a estar nunca al margen de ninguna de las coyunturas decisivas de nuestro país y estas elecciones autonómicas vascas no constituirán una excepción.

En la medida de nuestras posibilidades, estamos difundiendo, como iniciativa paralela a la campaña electoral oficial, un mensaje de llamada de atención sobre la situación que se vive en el País Vasco, de falta de libertad en los comicios, como reflejo de la falta de libertad en la vida política vasca en general.

No por conocida es menos grave esta carencia esencial, que organizaciones políticas y grupos cívicos se empeñan tenaz y valientemente en denunciar y contrarrestar, en medio del clima hostil y de la agobiante dictadura social del nacionalismo.

En estos días pasados los nacionalistas reclamaban (en realidad sólo de palabra y con la boca pequeña, por el cálculo de réditos electorales) que todas las opciones pudieran participar en las elecciones. Esta reivindicación parte de una falsa premisa, pues en realidad, todas las opciones ideológicas, desde la derecha estatal del PP hasta la izquierda nacionalista de Aralar, pueden participar sólo con cumplir la ley. Pero con ella pretendían criticar la exclusión legal de unas listas concretas, que judicialmente se ha demostrado y declarado que no son más que una ramificación del complejo entramado terrorista, que pretende operar bajo la apariencia jurídica de un partido político o de una agrupación electoral. Pero el verdadero drama, la verdadera adulteración democrática, que nunca los nacionalistas denuncian sincera y consecuentemente,  es que el País Vasco es el único lugar de Europa donde el mero hecho de aceptar ir en una lista electoral –no nacionalista, claro está- supone asumir una dosis de heroísmo que no puede ser exigible a un ciudadano normal. Donde el mero hecho de comparecer en una candidatura –no nacionalista- supone aceptar voluntariamente colocarse una diana en el pecho. Donde el desarrollar campaña electoral –por parte de los no nacionalistas- tiene que hacerse en una situación de excepcionalidad y con un despliegue de seguridad extremo, lo que comporta una dificultad tremenda para llegar de forma cercana a unos ciudadanos que, a su vez, quedan marcados si acuden a determinados actos políticos. En definitiva, que no existe normalidad democrática en la política vasca.

Por eso, los falangistas auténticos, si en esta ocasión no hemos podido comparecer ante el electorado vasco, no podemos dejar de subrayar esta grave patología política y social que supone  la tremenda ausencia de libertad en el País Vasco.

No podemos jamás resignarnos, ni olvidarlo, ni llegar a aceptarlo como algo normal. Debemos recordarlo y combatirlo cada día. Por ese motivo, al igual que estuvimos en su día en la manifestación convocada por Basta Ya en Donosti, FA respaldará todas y cada una de las iniciativas que contribuyan a denunciar este panorama y que abran espacios de libertad política, de libertad social, de libertad ciudadana en el día a día del País Vasco.

 

 


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